martes, 13 de diciembre de 2022

El viaje de Emprendedora Presencial a Emprendedora Digital

Tu nuevo escritorio o lugar de trabajo

Toda una aventura, que puede que para algunos suene poco convencional, pero realmente el viraje es excepcional, son muchos los caminos en este viaje, que abarcan mis cuatro campos de acción, y por ello quiero compartir las emociones que genera, porque sé que muchos están pasando por allí, así como también organizaciones. En mis cuatro campos de acción también se produjo la transformación digital, en lo físico, lo mental, lo emocional y lo espiritual, creando un escenario de ir de un ámbito al otro, pero siendo sincera, con una fácil y rítmica adaptación.

Cuando eres emprendedora, y estas en acción y llega de repente una ola llamada “pandemia” que te sacude y te deja en la orilla para que tomes la decisión de volver a empezar, eso sí, de manera diferente, porque el nuevo escenario no es la playa como quedo, sino ahora en modo realidad virtual. Como seguir adelante pero rotundamente diferente, pues eso mueve todo, tanto lo físico, tus oficinas, tus tiendas o escritorios y los más importante tus clientes. Así como también lo emocional, los apegos, las costumbres y los hábitos.

Paso a paso en el procso d digitalización

Pues mi viaje por la playa, comenzó de la manera siguiente, entender la orilla en la que quede, con que posición quede y donde quedaron los demás, y a partir de allí, reconocer el cambio, aceptar que debo transformar mi proceso y asumir el desafío que me atrapa. Entonces comencé el viaje de emprender desde lo físico a emprender en digital. Para ello pase por los siguientes escenarios:

1.- Lo fundamental para continuar con mis actividades productivas, me debía actualizar, es decir, descargar una nueva versión de mí, o, dicho de otra manera, volver a empezar con un nuevo concepto adaptado a las nuevas funciones, lo que hoy se dice Versión Mínimo Viable para el mercado digital.

2.- Nuevas formas de comunicación, sin dejar de ser asertiva, y entonces ahora la modalidad de la comunicación es mediante videos, sea una video llamada, video reuniones, video cursos. Pero asumir el video como forma de comunicación.

Pasar de ser espectadora para ser un agente activo, desde la preproducción, producción y postproducción, tanto para reuniones, como para las redes sociales especialmente por videos de 15 o 30 segundos con micro contenidos, conocidos como reels o videos cortos.

3.- También una nueva forma de expresarse, mediante curación de contenidos, para crear tu plan comunicacional y mantener el contacto con las comunidades. Eso implica digitalizar información que tenías en carpetas y libros impresos.

4.- Aprender a realizar networking como nueva estrategia comunicacional y comercial, incorporándome en distintos grupos virtuales, comunidades digitales o tribus para asegurar tu dinámica de trabajo. Todo ello, en vista del teletrabajo.

5.- Crear o abrir cuentas en distintas plataformas para utilizarlas como herramientas digitales para tus reuniones, para facilitar en formaciones online, y para tus actividades productivas. Una galería en tu móvil o celular, como ustedes le llamen con todas las Apps que puedes necesitar en un momento dado para tu productividad.

6.- También abrir cuentas en plataformas de pago, para facilitar las transacciones comerciales con tus aliados y clientes.

7.- Y lo que me ha costado más, cambiar de horarios, de forma de vestir, de lenguaje, no de idiomas, porque estos más bien es aprenderlos, es el lenguaje técnico propio de los espacios virtuales y el cuidado con las palabras, especialmente en español, porque al pertenecer a distintas comunidades digitales, donde son de diferentes países, pues debes cuidar el lenguaje para no incurrir en ofensas o confusiones con tus audiencias.

Pues como verán, el viaje no es nada divertido, pero si es muy agradable, porque te vas descubriendo, hasta donde eres capaz de llegar, de asumir, de adentrarte, de experimentar.

Me imagino que tú también pasaste tu viaje especial, y espacial, para ir de lo presencial a lo digital.

¿Comenta, como lo viviste tú?

 

Mary Ángel Bohórquez


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Si tú crees, yo confió

 


Las palabras de mi mamá, mi mentora personal… cuando mi mamá comenzó a sentirse mal, aún conversamos como siempre, pues a ella les gustaba hablar temas diferentes, de la política internacional, de las telenovelas, de mis proyectos, de series o películas, pero de los contextos en los que se desenvolvían, o los hechos en los que se basaban.

De repente, me interrumpía, para decirme si yo estaba haciendo mis cosas por ella, se refería a orar, hacer reiki a distancia, hacer visualizaciones y demás técnicas que realizó, para decirme las siguientes palabras: “Si tú crees, yo confío”

Efectivamente es así, para que las cosas se den, debes creer y confiar, no solo confiar… en el médico, en los tratamientos, en las buenas acciones, es necesario de que creas, porque allí es donde está tu Fe.

Por tanto, ella se sentía en confianza, pero no creía en su recuperación, por eso me lo delegaba. No quiso hablar con mis amigas, no quiso hacer meditaciones, ni conmigo, ni sola, solo aceptaba que le colocaran música suave en las noches para dormir, y que las personas que la visitaran hablaran fuera de su habitación.

Muchas veces, no quiso hablar conmigo, ni con mi prima, ni con mi tía, con los que emigramos, solo quería hablar con sus nietos favoritos, mis dos hijos y el hijo menor de mi hermana Maira. A los demás los escuchaba por nota de voz, que de vez en cuando aceptaba escuchar… si tú crees, yo confío.

Hoy yo creo que sus palabras me preparaban, me anunciaban su viaje, y su confío, que mis oraciones harían su viaje más llevadero, cargado de luz y serenidad, nunca me hablo de futuro, ni me pidió que me fuera a verla, solo me dijo una vez: “Te extraño”.

Ahora, yo también la extraño mucho, siento nostalgia y sigue en mi corazón como siempre, confío que ella este bien, en el camino de la luz, hacia su felicidad suprema junto a Dios, nuevamente siendo parte de la unidad y del paraíso… Si tú crees, yo confío.

Mary Angel Bohórquez

viernes, 9 de septiembre de 2022

Café y Azúcar para la vida

Café y Azúcar para la vida En mis mañanas y en mis tardes, siempre hay un café con azúcar, desde que recuerdo todo comenzó en la casa de mi abuela, quién adoraba el aroma del café en las mañanas y me enseñó a disfrutarlo también. Ella se levantaba temprano y recuerdo que entre las 6 o 7 de la mañana el olor a café inundaba la casa de mis abuelos y luego en la tarde para tomar la merienda, que era una manera de socialización familiar. 
Una tacita de café en la vajilla típica portuguesa.
Se hizo una costumbre muy querida tomar café y algún dulce entre las 3 y 4 de la tarde, porque luego la cena era siempre antes de las 7pm por mi abuelo, que era extremadamente puntual con sus horarios. Luego al entrar en la universidad, el café con azúcar para amanecer estudiando, que a mis amigas no las dejaba dormir, y a mi todo lo contrario me dormía, pues para mí el café no estaba asociado al trasnocho, sino al amanecer agradable o a momentos placenteros. 

Después se convirtió en una invitación, para conversar o compartir con amigos y amigas… ¿nos tomamos un café? Y de esa manera iniciar una conversación y luego también a la hora de discutir o debatir un proyecto, mientras lo elaboramos, las mamás nos llevaban café a la sala de estudios. 

Después en la oficina, a la hora del coffebreak y posteriormente muchas tazas de café con colegas profesores. No sé cuántas, quizás miles, d tazas de café que deben guardar historias, debates, ideologías, comparaciones, investigaciones y un sinfín de episodios de vida. Por eso digo que mi vida se encuentra entre tazas de café y azúcar. Pero no solo la mía, sino la de un país. Así fue mi encuentro de café con la historia de Portugal, descrita en bolsitas de azúcar que acompañan el café. 

Como les había dicho estuve por Madeira, y la tía Concepción toma mucho café, en cada parada que hacíamos, debíamos tomar un poquito de café, y así me fueron entregando las bolsitas de azúcar que cuentan historias de Portugal y que guardé para compartirlas con ustedes.

La primera muestra a Lisboa, con su puente “25 de abril” y su Cristo Rey, una ciudad a orillas del río Trejo, que muestra sus dos orillas y un puente, que en realidad son dos puentes, que conectan el norte y el sur. Su gente, los lisboetas con su encanto particular, con su distinción y sus vivencias que marcan la diferencia dentro de un país. 
Lisboa bonita.
La segunda muestra las calles, estrechas y con laberintos de su centro histórico, entre ruas, becos y escaletas. Con la ropa tendida para secarse al sol, sus trapos limpios que dan a los vecinos la oportunidad de compartir y averiguar lo que acontece a su alrededor, las cafés al aire libre entre una taza y una guitarra, donde el género musical es el “Fado” y sus letras de amor y dolor, expresan la esencia cotidiana de una comunidad. Que belleza la esencia de la ciudad. 
Ruas y Fado
La tercera es todo lo que muestra una ventana… un mundo de techos rojos, tan parecida a nuestra Caracas, una brisa fresca y agradable que te llega desde el río Tejo, así recibía desde mi ventanal en Maracaibo, y la brisa fresca y calentita del Lago de Maracaibo llegaba a mi rostro, acompañada de una café negro aquí en Portugal, y un café con leche en Venezuela. Una mirada al paisaje natural y urbana que inspira el agradecimiento por la abundancia y la prosperidad que te rodea. 
Desde una ventana

La cuarta es la descripción de Madeira, la isla portuguesa, de donde emigraron la mayoría de los portugueses que llegaron a Venezuela, y se ve sus casas típicas a dos aguas, alegres y carismáticas por fuera, oscura y sombrías por dentro, pero que protegen y dignifican la vida de su gente. Donde las mujeres son fuertes desde lo físico, cargadoras de grandes sacos o cestos, de gran peso, pero lo hacen con su fuerza única, donde los hombres apoyan y recrean con su poesía y su galantería. Un café recoge muchas historias, anécdotas y reflexiones que a través de su aroma estimulan y propician un encuentro contigo misma, y con tu mundo.
Madeira


Mary Ángel Bohórquez
@ahoramaryangel

miércoles, 17 de agosto de 2022

¡Madeira, no tiene orilla!

 

Lugar icónico con el nombre de Madeira

Madeira es la tierra natal de los padres de mi esposo, recién cuando nos vinimos a vivir a Europa, es que tuvimos la oportunidad de conocer este archipiélago. Todos la nombramos con una isla y efectivamente es así, una isla de acantilados, que no tiene orilla, por tanto, sus habitantes a lo largo de los años han creado puertos y orillas para poder llegar a la isla. Madeira no tiene orilla, ni playas. Existen piscinas naturales y artificiales y playas artificiales para poder bañarnos, entre sus maravillosos paisajes.

Esta frase… no tiene orilla, se repetía en la casa de mi abuela, cuando era niña, y lo decía mi tía abuela, para referirse a mi abuela: “Camila no tiene orilla”. Cuando lo decía yo no entendía, después de adulta, lo comprendí y me causó mucha risa, porque se refiere a que existen personas que no hay manera de llegarles, no hay forma de hablar con ellas, o de que te den respuestas en el momento, y que te digan que sí.

Vistas hermosas desde las montañas Porto Moniz

Al visitar a Madeira, desde la ventana del avión, veía la isla sin orilla y volví a mi infancia, inmediatamente ni abuela vino a mí, porque, aunque su hermana la describía como una persona poco accesible, yo veía todo lo contrario, la persona más cariñosa, comunicativa y atenta que conocía.

Las cosas o asuntos a los que mi abuela decía que no, o las cosas que no admitía, dentro de mi razonamiento de niña me parecían justas, decisiones adecuadas, lo correcto dentro de los valores que me habían formado y los que iba incorporando desde la escuela. Por tanto, no me parecía intransigente, ni grosera o autoritaria, sino equilibrada. Pero era solo mi mirada, quizás desde el Amor, y ella fue muchas veces dura conmigo, pero yo veía esas situaciones apremiantes como parte de mi crecimiento y de lo que debía aprender.

En las afueras del Museo de Cristiano Ronaldo

Madeira, me acerco además a muchas mujeres como las mujeres de mi familia, mi abuela, mi tía abuela, mi mamá, mis tías, y mi bisabuela… dueñas de familias y de sus tierras, dedicadas a su hogar, por dentro y por fuera, de la puerta para adentro y los jardines de afuera, los vecinos y las comunidades donde viven. Dando vida, valores, colores, anhelos, deseos, sueños… que conllevan a crear historias hermosas de mujeres maravillosas.

Regrese inspirada por lo valioso de nuestras mujeres, las de mi familia, y la tuya, de las mujeres portuguesas, y las mujeres venezolanas, porque en algún momento de nuestras historias, nos unimos, primero miles de mujeres portuguesas se fueron a Venezuela y hoy miles de mujeres luso venezolanas retornan a sus tierras como nietas o bisnietas con una doble cultura para transformar y reparar, de esta manera construir nuevas historias de mujeres hermosas y grandiosas.

Santana y sus casas típicas
Madeira, me dejo desde sus entrañas ver su orilla, y como, entre dos orillas se han creado miles de historias de familias, que se unen mediante miles de historias de amor, como la mía con mi esposo. Familias ahora, luso venezolanas… me dejo con mucha pasión, para dar continuación a historias de mujeres emprendedoras, o mujeres que quieren emprender, porque aún hay mucho que crear y contar.

Mary Ángel Bohórquez

 

Avenida Principal de Funchal

viernes, 10 de junio de 2022

Una Estrella, guía tu camino.

 

Siempre esta es mi pose, cuando estoy pensando y creando.

           Cuando era niña mi papá siempre nos decía, miren las estrellas… observen el universo con todos sus sentidos, miren, olfateen, saboreen, toquen y escuchen, pues como niñas, algunas veces, le preguntábamos como olfatear o tocar el universo, y se reía y nos miraba, pues tócate, o percibe tu olor, tú eres parte del todo, del universo.

Si hoy me preguntaran que, si extraño a mi papá, pues sí, y mucho, pero no al cuerpo en sí mismo, extraño al intelectual, ese hombre de profundas conversaciones, cargada de autores y frases célebres, de impulsarme a investigar y de filosofar conmigo. Recuerdo que decía, Ortega y Gasset habla del gerundio, “No somos, nos vamos haciendo”

Pues hoy, en esta etapa de mi vida, después de vivir a plenitud la transformación digital y estar en la transición, mi padre me hubiese indicado el camino a seguir sin titubear, porque más que señalarme la estrella, él siempre me decía que la estrella era yo, que tenía un brillo especial y mi camino era guiar a los otros. Eso sí, ubica tu constelación.

Al día de hoy que refresco mi imagen y estoy explicando la importancia de vivir la transformación digital para sentirte pertinente en esta era digital, y que además debes estudiar todo lo que vas asimilando para poder generar pensamiento crítico y tener compresión,  toca ahora asumir lo expresado por Drucker, esta nueva era es de conceptos, que emergen de la dinámica en la que te desenvuelves y que te corresponde construir para seguir con tu brillo, no por irradiar a los otros, se trata de ser brillante con lo que haces y en lo que te mueves, que sintonices con tus espacios y con armonía arrastres a los que te rodean, porque iluminas, es decir, tal como me lo manifestaba mi papá: “una estrella, guía tu camino”.

En realidad, mi papá me llamaba estrella, porque era capaz de hacer varias cosas, cuando era adolescente, estudiaba, iba al ballet, pero también practicaba baloncesto, siendo parte de equipo del colegio para ir a competencias locales, asistía a un curso de lectura rápida y compresión lectora, y cumplía con las actividades comunitarias del colegio, que era dar clases de catequesis. Jamás me cansaba y los fines de semana, los pasaba con mis abuelos y bisabuela, a quienes amaba muchísimo y aprendía de sus vidas y experiencias. Una estrella tiene varias puntas, a eso se refería mi papá, sin perder su constelación, ni su esencia o brillo interior.

En una presentación de teatro con estrellas locutoras de la radio en Maracaibo.

Ser estrella, también implica que existen otras estrellas que te rodean, un universo de seres de luz, y en estos momentos, que estoy en la transición, asumiendo desde la alfabetización digital, desarrollando una nueva versión de mí, en plena actualización, estoy disfrutando de un universo único y radiante, con todas las estrellas que me rodean, que la virtualidad me ofrece, es un mundo 4.0 lleno de esplendor, donde compartes con la galaxia, porque las estrellas son de México, o Colombia, o Chile, o USA, o España, o Suecia, o Escocia, o Guinea Ecuatorial, son tantas y tan brillantes, que el universo se expandió y se convirtió en mi nuevo mundo, un mundo para brillar, para guiar, para Vivir a Plenitud.

Gracias papi, por hacerme estrella, mostrarme el universo, crear mi brillo, y cada punta, pero sobre todo por indicarme el camino de mi andar. Dar brillo a otros y a otras, para que identifiquen su camino y se transformen de manera integral en mujeres estrellas o estelares, facilitando su camino por el universo de era digital.

Voy a crear programas como facilitadora virtual para dar brillo a tantas estrellas, que están un poco opacas, pero que, reluciendo su esencia, lograrán irradiar desde sus competencias en un espacio ideal.

¿Quieres ser tú de mi grupo de estrellas?

 

Mary Ángel Bohórquez

@ahoramaryangel

 

viernes, 3 de junio de 2022

La lección que me dio Rodorigo, el caracol que vive conmigo.

 


 No dejes para mañana lo que bien puedes hacer desde hoy, con pasos pequeños, pero significativos, de a poquito, o, dicho de otra manera, gota a gota se va llenando el vaso con agua. Después de la reflexión que les deje la semana pasada, voy al análisis.

   En realidad, Rodorigo, me dio una lección: Por atender lo urgente, dejas de hacer lo importante.

   También vino a mi mente una frase de Churchill durante la segunda guerra mundial “Los hombres de hoy se dedican más ser importantes, que a ser útiles”. Y esto llegó a mi mente por la distracción o abstracción continua sobre las redes sociales, tanto de ver a los demás, como de tus publicaciones, que con ese afán de mantener y aumentar seguidores, pues pones toda tu energía en eso, y vas olvidando tu enfoque, que vamos, ese es el negocio del creador de la red, pero y cuál es el tuyo… pues allí está el meoyo, que te vas al hoyo, te hundes en atender solo cosas urgentes como netiquetar y no vas a por lo que verdaderamente es importante, enriquecer tu producto o servicio para que se venda en el mercado.

   Por eso, Rodorigo llegó a casa, para recordarme mi plan de acción anual, como vas con tus metas, donde están los pasos que has dado para lograrlas, lee si las tienes escritas y reenfócate en tu verdadero rumbo.

   Así que para analizar fui a la matriz de Eisenshower, la herramienta que te permite ver cómo estás distribuyendo las actividades, para que veas donde está el mayor peso en la balanza, y de esta manera acomodes cada cosa en su lugar y tu vuelvas al orden y la organización.

   Esta actividad la puedes analizar sobre tus actividades semanales, mensuales o anuales. Y Consiste en 4 cuadrantes, en el cual vacías las acciones o actividades y vas rellenando a ver dónde estás haciendo énfasis, que está absorbiendo tu tiempo, para que luego puedas tomar a la decisión adecuada para suprimir o eliminar lo que no es ni importante, ni urgente en tu plan de acción. Para que visualices a que le estas dedicando más tiempo que no estaba en las actividades de tu plan que te conducen a tus metas.

   Creo oportuno hacer este análisis ahora finalizando mayo y durante junio, porque estamos a mitad de año, y así veré si las 3 prioridades que establecí para el año 2022, las estoy logrando, paso a paso como me señalo Rodorigo, sin pausa y con descanso, pero con responsabilidad y compromiso.

   Te dejo la matriz para que la apliques a lo que habías planificado, y que lo hagas 3 veces:

.- Una por día, para ver qué actividades haces diarias.

.- Una por semana, que estas logrando.

.- Una por el primer semestre del año, que has logrado y en que estás retrasada. 

   Explicando cada cuadrante según su autor y según Covey el autor de los Hábitos de la gente altamente eficaz.

Que te indica la matriz:

A)  Lo urgente y lo importante, según Eisenshower, aquí colocas lo que se debe hacer de inmediato, pero Covey usando la misma matriz, dice que aquí colocas lo que tienes atrasado, fechas topes, crisis y los apafuegos.

B)  El otro cuadrante es lo urgente, pero no importante, según Eisenshower es lo que puedes delegar en alguien, y según Covey aquí van las distracciones que hoy en día pueden ser las redes sociales, interrupciones, llamadas telefónicas y consultas inesperadas.

C)  Lo importante, pero no urgente, según Eisenshower, es lo que decides cuando lo harás, le pones un tiempo o fecha estimada, para Covey es lo planificado, allí está un plan orientado sobre prevención, relaciones y recursos, y también es el cuadrante que te ofrece las mejoras continuas.

D)  Ni es importante, ni es urgente, es aquello que estás haciendo y no genera valor agregado, por tanto, lo puedes hacer más tarde o dejar de hacer y eliminar, para Covey son las actividades de otros o actividades de escape que realizas, y entonces caes en la procrastinación.

 

Solo creo que una pausa, es necesaria para retomar el camino de tu verdadero propósito.

 

 

Mary Ángel Bohorquez


miércoles, 18 de mayo de 2022

Rodorigo me dio una señal

 

Nuestro querido Rodorigo

Rodorigo avanzó de manera lenta, pero segura, en busca de su hábitat, de su razón de ser y de su supervivencia, todo por su esencia.

Te preguntarás: ¿quién es Rodorigo, y a que te refieres?

Es un caracol que llego a mi casa el fin de semana y que me demostró todo lo que estoy haciendo, lo que es inadecuado para mí, que no estoy en mi zona de confort, sino de conformismo, que no estoy escuchando mi corazón, sino mi ego; que no estoy escuchando a mi universo, mi razón de ser que son los mensajes del alma, y que no estoy en mi esencia. Ya les cuento, esta super lección que me dio este pequeño caracol, al cual mis hijos le dieron el nombre de Rodorigo

Mi esposo llego a la casa con un pequeño caracol que estaba en el volante de su moto, se lo trajo a mi hija, que le encantan los seres vivos, animales y plantas. Mi hijo fue quien lo vio primero, y él tiene la genialidad de colocarle nombres a las cosas, animales y personas… entonces lo bautizó como Rodorigo. Más tarde estábamos todos alrededor de él, como iba a estar en casa, y yo estaba preocupada con las gatas, que lo quisieran para jugar o comer, pero mis hijos le crearon un lugar para estar.

A la mañana siguiente no estaba… susto, donde está, lo habrán agarrado las gatas, y llamé a mis hijos, y nadie lo encontraba, hasta que al fin lo vi, estaba en el marco de la puerta de la cocina, se había traslado bastante y allí fue cuando yo me sentí mal… Rodorigo me estaba dando una señal y una lección de vida.

Me llegó el mensaje: estás atendiendo a lo urgente y no lo importante. Ahora analizó para mí, y espero que sea útil para ti.

Rodorigo en su habitat

La zona de conformismo: es la zona de confort en la que te encuentras, porque no te exige, no te da, pero tampoco te quita, entonces haces cosas que te hacen sentir bien, aunque no seas exitosa o que tengas todos los resultados que deseas. Justo me encuentro allí, es fácil hacer cosas pequeñas, atender a algunas personas y dedicar mucho tiempo a investigar y crear contenidos para redes sociales y cursos, pero sin llevar nada a la acción, en estos momentos estoy disfrutando de mi zona de conformismo y postergando mi zona de acción y emoción, porque requiere más de mí, compromiso y responsabilidad, que sería atender clientes. Actualmente no los tengo, solo seguidores. Pero justo, estoy trabajando en ello, por seguidores y no por clientes, por eso estoy en la zona de conformismo.

No escucho mi corazón, sino mi Ego: mi corazón me habla de su nobleza y de las personas que quieren conectar con él, de los mensajes que me envía y que me hace grande y hermosa, pero mi ego, los interrumpe, con esa necesidad de demostrarme que puedo desarrollar más habilidades tecnológicas, que debo investigar y estudiar más, anclándome en la parálisis por análisis y que debo ser visible, porque las redes sociales esperan por mí. Cuando en realidad, mi misión de vida es… conectar con otros, para guiarlos a lograr sus sueños, porque yo ya he logrado muchos de los míos, y se cómo se puede, como organizar y como planificar, es lo que sé y lo que me gustan que aprendan conmigo, pero estoy distraída y sumergida en mis fantasías y hay muchas personas esperando por mí. Que, aunque sea paso a paso como Rodorigo le de mi mano amiga a aquellos que quieren llegar a convertir sus sueños en realidad y no saben cómo hacerlo.

Que no escucho tampoco a Universo, a los mensajes del alma, que me llevan a mi esencia: aquí les menciono lo fácil que es distraerse hoy en día porque el entretenimiento nos atrapa, y no hablo solo de las redes sociales, sino con series de televisión, con cursos por hacer y con reuniones virtuales largas y tendidas, y así se me va el tiempo, y por tanto, merma mi productividad, y mi mensaje del alma es que debo escribir y hablar, porque de todo lo que investigo y estudio, debo generar algo para compartir con la humanidad. Mi alma me dice: “cuando te sientas a escribir y ahora a grabar videos y podcats”, deja de ver los videos de los demás y céntrate en los tuyos. Cuando era niña, me preguntaban para que quieres investigar y yo respondía: para explicar mi manera de contar la historia, para descubrir cosas nuevas y para crear cosas valiosas. ¡Mi alma… está en espera!

Con esto les digo, gracias a Dios y al Universo, apareció Rodorigo para que los escuche, y vuelva a mi cauce. Luego en la segunda parte, les explicaré la lección de este pequeño amigo, que ahora es parte de mi familia, porque se quedó a vivir conmigo.

Mary Ángel Bohorquez

@ahoramaryangel

jueves, 28 de abril de 2022

Ando en las Nubes y no soy Heidy

    

Viendo las nubes en el Parque del Silencio

    Abuelito, dime tu, que sonidos son los que oigo yo, abuelito dime tu, porque yo en la nube voy, dime…

    Esa serie de dibujos animados, era de mis favoritas cuando era niña, sufrí, lloré, reí, cante, corrí y viajes por las nubes. Heidy veía formas en las nubes, y cuantos de nosotros lo hicimos echados en el césped o en el techo de las casas, mirando el cielo. Esa inocencia y esos momentos de plenitud, disfrutando de la contemplación del cielo fueron maravillosos, y así debemos convertir los momentos que estamos viviendo, nuestro aquí y ahora del 2022.

    Ahora, las nubes son otras, son almacenamiento virtuales de información, y así, como las nubes, aparecieron muchas formas nuevas, son los nuevos conceptos o la nueva configuración en la que vivimos hoy, el mundo 4.0 así le llaman algunos, otros le denominan el proceso de la transformación digital y lo que realmente está ocurriendo en que pasamos de los Alpes suizos reales a las montañas virtuales, que son como las de los parques diversiones, vertiginosas, dinámicas y cada vuelta es una actualización continua.

    Estamos en una realidad aumentada, y esa realidad nos ha llevado a nuevos conceptos, que contempla un nuevo lenguaje, una nueva manera de hacer las cosas, de producir, pero sobre todo de comunicarnos. Ahora, nos decimos, envíame enlace para reunirnos, pásame todo por archivo adjuntos, eso se encuentra en el link que te pase, te estoy dejando el capture de la transferencia de mi pago, haciendo reels, podcats, y formación online, compramos y adquirimos tecnologías y nos desenvolvemos mediante aparatos digitales, todo lo hacemos a través de Apps, las compras del supermercado, solicitar un taxi, boletos aéreos y teleconsultas médicas.

    Te das cuenta, cuando reconoces todo lo que estás haciendo, que yo no soy la única que anda por las nubes, y lo mejor de todo esto es que lo estamos disfrutando, algunas veces tenemos miedos, o temor a equivocarnos, nos bloqueamos, o estableces límites, pero aquí estamos en pleno 2022, viviendo a plenitud la transformación digital de la era digital.

    Les cuento que cuando decidí iniciar mi camino de emprendedora digital, me paralicé porque no sabía que hacer, si lo que ya venía haciendo, dar clases, hacer algo nuevo, reinventarme o estancarme y no descargar mi nueva versión. ¿Se preguntarán, por qué Mary? ¿Qué te pasaba? Y es que yo decía, o pensaba, pero como enseño y si aún no he aprendido, tengo conocimientos, pero no sé cómo trasmitirlos en la virtualidad, porque me sentía anulada, y sin claridad o pensamiento crítico para tomar decisiones.

Parque Valle del Silencio, Lisboa.

    Entonces inicie mi proceso, como deben hacer todos, primero reconocer que te falta, aceptarlo y asumir el desafío aprendiendo, porque esta nueva era es de aprendizaje continuo, si quieres sentirte productivo tienes que estar aprendiendo, porque todo cambia constantemente.

    Me inscribí en el programa de facilitadores virtuales de Adrián Cottin, quien es mi mentor, es decir mi abuelo, jijiji, en PCOs International. Y allí comparto con muchos compañeros, juntos vamos por las nubes, las montañas, entre ovejas y pájaros, viviendo nuestras aventuras de ser personas felices y prosperas, porque vamos aprendiendo a desempeñarnos con éxito en el mundo digital. Tengo a Pedro, que es Nerio Molina, de MDA Consulting Group, un amigo quien confía en mi como facilitadora virtual y juntos estamos desde su consultoría, animados a guiar a más personas a lograr su transformación digital. Tengo muchas Claritas que comparten conmigo y yo con ellas, nuestros escenarios de desenvolvimiento, sintiéndonos nerviosas, y a la vez valientes, de seguir adelante, entre nubes, inteligencia artificial, cyberseguiridad, robotización, multitask, competencias blandas, Big Data, Blockchain, negocios digitales, formación online, plataformas e-commerce y también e-learning, alfabetización digital, y todo este nuevo ecosistema al cual pertenecemos.

    Sigo cantando, ahora también bailando, haciendo gimnasia cerebral, editando videos, creando contenidos, y un sinfín de cosas que son parte de esta nueva realidad de ser emprendedora digital. Pero como Heidy, me siento feliz de esta experiencia.

    Abuelito, dime porque yo soy tan feliz, abuelito, nunca yo de ti me alejaré.

Mary Ángel Bohórquez

@ahoramaryangel

miércoles, 20 de abril de 2022

¡Soy la misma, ahora en otro escenario!

Sentada frente a la venta y la laptop

Me levanto temprano, tomo mis bebidas energéticas cada mañana que son tres: agua tibia con limón, avena que estaba en remojo desde el día anterior y luego agua tibia con miel. Después hago mis ejercicios de estiramiento de la mañana y de allí me visto para mi día. Aquí comienza el nuevo escenario.

Ahora vivo en Europa, en Lisboa y los cambios de estación me han obligado a modificar mi vestuario y sumado a esto nuestra amiga la pandemia, me empujó a adoptar el modelo de #QuedateEnCasa y con ello, asumir el modelo de trabajo virtual o conocido como teletrabajo, todo esto ha hecho que viva más cubierta entre otoño e invierno y más ligera primavera - verano.

Pero antes yo me vestía de manera ejecutiva para dar clases en la Universidad, tacones, accesorios, maquillaje, cartera, y eso me daba energía y lista para un día con abundancia y prosperidad, donde todo fluye hacia el bienestar.

Siempre en encuentro virtuales

¿Qué ocurre ahora? Que realizó mis actividades, las bebidas y los ejercicios, pero a la hora de vestirme para el día de trabajo, ya no hay tacones sino medias para frio, los accesorios son discretos, el maquillaje poco y no camino con energía, porque solo voy y me siento frente a mi portátil en la silla del escritorio, quedo con cara a la ventana de mi cuarto, que me permite ver la calle, el barrio donde vivo y su tranquilidad, ver lo verde, soy privilegiada porque vivo en un lugar con muchos jardines. Estoy a mitad, ¿cómo a mitad?, pues la mitad de mi cuerpo es la que se ve, entonces mi escenario cambio.

Sigo siendo la misma, pero en un escenario virtual, donde puedo usar tela verde y cambiar de decoración cuando quiero, creando fondos diferentes en mi cuadrito de comunicación con los demás, el maquillaje es virtual, selecciono cuando quiero más delineado y pestañas, y tengo una piel tersa y lozana, uso pocos accesorios, porque pueden ser distractores en mis reuniones o salas virtuales de encuentro y ya no me puedo mover tanto, porque también distorsiono las imágenes.

Haciendo preguntas para interactuar

Soy Mary Ángel, soy yo, si realmente, la misma, pero en otro escenario, entonces me aplique un ejercicio, de quien soy, para seguir mostrándome en el nuevo escenario, sin perder mi esencia.

Entonces, yo soy una persona que le gusta hablar, que le gusta verse bien, para mí y para los demás, desenvolverme ante las cámaras, enseñar, dar clases, bailar, crear historias, acomodar las cosas, los espacios, los lugares, escribir y ayudar, me gusta ayudar a los demás desde lo que me gusta hacer, para hacerlo con cariño y entrega.

Aquí estoy ahora, siendo la misma en otro escenario… entonces, me visto a la mitad, pero ahora como facilitadora virtual, aprendí a ser alegre y dinámica, sin maquillarme, ni moviéndome tanto, doy clases, puedo bailar ahora en TIKTOK desde este 2022, hablo mucho haciendo videos para las redes sociales y entrando a reuniones virtuales, soy la misma en un nuevo escenario.

¿Y cómo me siento pues?, en el año 2020, rara con el confinamiento, pero bien, en el 2021 un poco frustrada y atrapada, pero en este 2022 después que asumí mi transformación digital viviendo el proceso de alfabetización digital muy bien, volví a ser yo misma, me miro al espejo y me encuentro conmigo.

Estamos en la era digital, atravesé el portal y pase a la dimensión 4.0, estoy en pleno aprendizaje acelerado de mi transformación digital y lo asumí enfocada, con confianza y con entusiasmo. Por eso soy la misma, en otro escenario. Soy una mujer integral que logra vivir a plenitud mi nueva realidad, mi nueva vida en modo digital. Sigo haciendo lo mismo, porque es mi propósito de vida, pero en un nuevo escenario, el escenario es virtual y por ende mis contenidos son reales, pero mi desempeño es virtual, mediante mi negocio digital.

Soy @ahoramaryangel

martes, 1 de febrero de 2022

El menú de Nochebuena

 


  Llegada la navidad venían los cambios, los cambios en la casa, con la decoración, en los horarios bancarios y de oficinas, con las clases en el colegio, pues daban vacaciones, con las comidas, y con la ropa. Todo cambiaba al llegar diciembre menos los dimes y diretes o tejemanejes de mi casa y en la casa de mi abuela, al elegir donde pasar la nochebuena y el menú de la comida de ese día.

¿Qué estrés?

  ¿Ustedes dirán, como así? La navidad es para compartir, y exactamente es para ello, compartir, cenas y postres en navidad, pero resulta que, en mi casa, la cena de navidad era un conflicto. Porque nadie quería cocinar y mi abuela que lo podía hacer, mis tías le decían que no, o que se comería cualquier cosa. Pero esto sucedió mientras fui pequeña, pero ya les había contado, nos vestíamos el día 24 para ir a visitar personas y comíamos en sus casas, y de está manera, especialmente mi mamá resolvía lo de no cocinar para la nochebuena.

 Cuando ya fuimos creciendo y yo cambia el modo de celebrar la navidad… aun la cena de nochebuena era un pesar, entonces mi tía Leycis determinó que quienes fueron a cenar el 24 y el 31 de diciembre, debían llevar un plato y cada quien su hallaca, para no criticar las hallacas de nadie. Así surgió el primer menú, si era pernil lo hacía tía Alida, si era asado negro, lo hacía mi abuela, siempre había que hacer arroz para mis tíos, la ensalada la hacía o tía Nelsa o Tía Leycis, y mi mamá ponía el jamón ahumado, porque solo era comprarlo y ya, cada quién llevaba bebidas y mi Tia Lu, le tocaban los refrescos y alguna otra cosa, no había postres, porque quedaban muy llenos. Eso decían ellos si pedir opinión, y así fue por años, pero los conflictos siempre aparecían por las críticas sobre la comida.

  Entonces, ya después mi tío Luvin y su esposa Nelsa, no fueron más, y después también Tio Leonardo y su esposa Alida. Entonces vino la segunda etapa del menú navideño, y a mi me encanta, así duramos como unos 5 o 6 años, yo vivía en Caracas, mi tía Lucrecia en Puerto Ordaz y mi hermana Marcia en Barquisimeto.

   Mi tía Leycis conocía a una señora que cocinaba espectacular y prepara la cena de navidad, mi tía nos enviaba por fax los 2 menús para escoger uno, y yo estaba fascinada, porque incluía 2 postres. El menú mas votado era el ganador y solo debíamos enviar dinero a tia Leycis y el mismo 24 y 31 llegaban el catering para la cena de navidad y año nuevo, solo para los que pagábamos, porque era los platos justos. Los disfrute mucho, porque nos daba tiempo para vestirnos sin estrés, compartir con invitados o personas que nos visitaban, a las cuales, se les ofrecía solo bebidas o algunas cosas para picar (compradas) y las hallacas de la señora eran, lo máximo.

   Hasta que llegó la tercera etapa, cuando mi hermana se muda a Puerto Ordaz y comienza a venir con su esposo en navidad, porque el quería hacer el pernil y las hallacas y comenzaron unas nuevas navidades, las navidades de reunirnos para hacer nuestras propias hallacas, el pernil de mi cuñado, los panes de jamón y de queso de mi esposo, mis quesillos y tortas, la ensalada de Tía Leycis, otra vez y arroz, sumado a eso muchos días de parrilla, porque mi cuñado le encanta una parrilla, y desde que llegaba era invitar a nuestros distintos tíos y amigos a visitarnos a comer parrilla.

   Esta etapa ya no es tanto de conflictos como de anécdotas, como por ejemplo que una navidad se dañaron todas las hallacas, porque el guiso se puso piche o se dañó, otras que se quería celebrar el 1 de enero con una gran sopa o caldo, y nunca nadie despertó y los mil y mis tíos no estaban en este menú, nadie quería de esas hallacas de muchas manos, de esta etapa hay muchos cuentos,  chistes y cosas que sucedieron, durante esas navidades en familia antes de la emigración.

   Hoy solo quedan en la casa de la avenida 14, mi mamá y mis 2 hermanas, se celebra en grande cuando va mi hermana que vive en Puerto Ordaz y ahora hace las hallacas el marido nuevo de mi hermana Maira y mi cuñado sigue haciendo el pernil. Pero ya no están los tíos, se fueron a otros países, mis abuelos fallecieron, solo quedan en la casa, mi mamá y mis 2 hermanas, con las hijas de mi hermana Marcia, porque los demás estamos cada uno en un lugar, donde como inmigrantes venezolanos celebramos la Navidad.


Mary Ángel

@ahoramaryangel

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Mis cuentos favoritos de Navidad

 


   Había una vez en un rinconcito de un apartamento pequeño, una niña que, junto a una mesita de noche, leía y leía, muchas veces le tenían que buscar en su habitación para que fuese a comer.

   Algunas amigas de su madre, le decían, pero como es que a ella le gusta tanto leer, y la madre decía, fue algo que yo le enseñe. Cada tarde después del almuerzo, la madre llevaba a sus 3 niñas a la cama a dormir una siesta, y luego de una hora se levantaban a merendar, estudiar y leer, para que todas leyeran la madre se sentaba con ellas en la sala y a cada una daba un libro, solo Mary Ángel leía, las otras solo miraban las ilustraciones o fingían. Por eso, cuando le preguntaban en cada cumpleaños a mi madre, que me podían regalar, ella decía cuentos y daba los títulos que aún no había leído.

   Así fue que se cultivó el hábito de la lectura en mí, el pequeño club de lectura creado por mi mamá, que además con ayuda de mi papá crearon una minibiblioteca para mí.


  Cuando llegaba navidad, yo tenía mis lecturas o cuentos favoritos y uno de ellos era “Mujercitas” la historia de esas niñas, se me parecían a mi con mis hermanas, y cada vez que lo leía, yo era una de las mujercitas, pues a mi me gustaba ser un personaje en los libros que leía.

  Otro de mis cuentos de navidad era “La niña de los cerillos” me generaba mucha tristeza, pero igual lo volvía a leer, porque yo no podía creer que alguien podía morir de frío, y también porque en mis pensamientos, yo decía cuando sea grande daré comida a los niños en Navidad, ayudaré a que la gente ame la navidad.

  Para finalizar les comento otro, aunque fueron muchos, pero este en particular me gustaba leerlo, “Panchito Mandefua ceno con el Niñito Jesús” porque me encantaba la astucia, y la forma de hablar de Panchito, siempre me gustaron los acentos, y el dialogo en ese cuento me encanta. También tiene un final triste, y eso me hacía pensar, porque para muchas la navidad es tristeza y soledad, muerte y fatalidad.

   Los cuentos, tienen su encanto, leí muchos, literatura rusa, inglesa, latinoamericana y especialmente venezolana, y en todas encontré la grandeza del amor, el valor de la familia, los sueños que se hacen realidad y que los niños que son felices son los que hacen al mundo prospero.

María de los Ángeles Bohórquez

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