Estaba escuchando la canción de Mecano, que dice me
cuesta tanto olvidarte, que pensé así de mi Blog, me cuesta tanto olvidar todo
lo que he escrito aquí, y lo que he reflejado de mí, que me cuesta tanto
dejarlo.
Por lo tanto, lo retomo y sigo con mis crónicas, con
estas ganas de contar tantas anécdotas o episodios de la vida desde mi
perspectiva y mi marco de referencia, que me hace sentir libre y autentica, tal
cual, como cuando leo una novela, y más que atraparme historia que se
desarrolla, me gusta la vida propia de los personajes, que viven y sienten cada
momento en sus vidas y se expresan sin límites y sin arrogancia.
También he leído en el último año, historias de
mujeres que, en sus épocas, o sus circunstancias, no les permitían ser ellas
mismas, escritoras, poetas, pintoras o mujeres luchadoras sociales, por causas
nobles o políticas, pero mujeres que tienen una interesante y audaz historia,
por su manera creativa de hacer las cosas.
Entonces dejar este espacio, es dejarme a mi misma, y
una de las cosas que identifique y estoy trabajando como emoción retenida en mi
cuerpo, es el abandono, sentirme abandonada o que abandono a gente,
comunidades, grupos, estudios y hasta proyectos. Algunas veces por no saber
decir NO, otras por pereza, y otras más, porque no me siento en empatía con la
actividad o con la gente, pero no lo manifiesto, sino que me voy alejando sin
pretexto alguno.
Sin pretexto alguno, pensaba cerrar este espacio… y
ahora, lo retoma con la sensación del vigor que siento por escribir, por
compartir, por asumir mi nueva actitud de no abandonar lo que sea
representativo, y lo que verdaderamente no necesito, ni quiero, aprender a
retirarme con estilo.
Crear mi propio estilo, y decir que… escribir es mi
nueva manera de Vivir a Plenitud.
Gracias a quienes me han leído, a quienes me leen y a
todos aquellos que me leerán.
¡Gracias, Gracias, Gracias!
NOTA: también lo hago, porque volví a leer el cuaderno
que dejo mi bisabuela, donde cuenta su impresión de hechos y sucesos en
Maracaibo, y de la familia. Siento que ella nos dejó como un legado.
Mary Ángel Bohórquez