martes, 11 de enero de 2022

Como cambio mi Navidad

 

Creamos nuestra cena de Nochebuena

Cuando eres niña tu imaginación recrea tu vida y enriquece tu bienestar. Les digo esto porque mientras fui niña, cree muchas historias, pasaba mucho tiempo hablando sola y justo en esos momentos, pase por distintos personajes, que nacían de las películas que veía o de las conversaciones que escuchaba.

Así también apareció mi navidad ideal, porque las navidades en mi familia eran simples, creo que hasta muy sencillas y un día hablando con mi mamá, le pregunte: ¿Por qué nosotros no teníamos una navidad de película?, ¿que nos hacía falta? Y ¿Que era preciso para lograrlo?

Ella me respondió: “bueno nuestras navidades han sido siempre así, es lo que mi mamá siempre hizo, pero que es lo que quieres tu?” Y justo era lo que yo quería que me preguntará, como las quieres tu.

Ahora bien, les cuento primero como eran… el día 24 de diciembre siempre lucíamos mis hermanas y yo, ropa nueva y linda, que mi mamá compraba en sus viajes durante el año. Entonces, yo pedía vestirme temprano para sentarme a las 4pm a ver televisión y disfrutar de cuentos y películas de navidad. Cuando llegaban las 6 de la tarde, mi abuelo nos llevaba donde unas vecinas amigas, las Bermúdez y ellas nos brindaban dulces y ponche crema, creo que desde allí le encanta a mi hermana, que no puede tener navidad sin ponche crema.

San Nicolás siempre nos visita

Después de estar un buen rato en esa visita regresábamos a la casa, para ir de visitas a otros hogares, primero íbamos donde la casa de mi tío Lino, porque su esposa Arcelia estaba de cumpleaños, y gran parte de la familia pasaba a saludar y cantar su cumpleaños, allí nos veíamos todos los primos. Mas tarde íbamos a casa de la señora Leris, una prima de mi mamá para disfrutar de la cena, que era sabrosísima, pues la señora Leris cocina espectacular, y para finalizar ya de madrugada regresábamos a nuestro apartamento y nosotras, mis hermanas y yo no queríamos dormir, para ver si pillábamos a San Nicolás dejando nuestros regalos. Luego, de resistir como unos 20 minutos nos rendíamos a Morfeo y dormíamos profundamente, cuando nos levantábamos en la mañana estaban nuestros regalos de navidad.

Pero yo soñaba con una navidad como en las películas, que fuera en nuestra casa, o en la casa de mami, mi abuela, donde nos vestíamos, nos tomamos fotos, esperábamos la medianoche y cenábamos y después todos recibían regalos, no solo los niños, porque los dejaba Santa, sino que mi mamá, mi papá, mis abuelos y mis tías también recibieran regalos.

Entonces le pedí a mi mamá, dejar de visitar en navidad y tener nuestra cena y nuestra propia navidad. Le pedí que decoráramos más la casa y que todos recibieran regalos. Mi mamá me escucho, se lo comentó a mi papá y a mis abuelos, y al año siguiente cambio la navidad.

Tenía como 11 años, y esa navidad, igual estábamos en casa de mi abuela, me vestí como siempre temprano para ver televisión, pero antes estuvimos, mi mamá y mis tías arreglando la mesa, que quedo linda y mi abuela se sentía sumamente feliz, y me abrazaba y me daba besos, pues ella siempre quería pasar la navidad en su casa. Fue una cena muy linda, con los platos típicos de Venezuela, hallacas hechas por mi abuela, asado negro, que le quedaba espectacular y ensalada blanca, no con pan de jamón, porque a mis tías no les gusta, y arroz, porque a ellas le gustaba echarle la salsita del asado negro.

Después de cenar todos sentados en la mesa, algunos conversaron un rato y otros bailaron, y nos fuimos a dormir. Al día siguiente San Nicolás había traído los regalos y los destapamos, fue grandioso, desayunamos y esperamos que llegará la tarde, nos vestimos más informal y debajo del árbol, había muchos regalos más, y eran para todos, porque esa tarde llegaron mis tíos y mis primos, con comida y más regalos para compartir. Cuando estaban todos, mi tía comenzó con la entrega de regalos, toda la familia se dio regalos, fue estupendo y para mí, inolvidable.

Nuestro arbolito siempre tiene muchos regalos

Así fue sucediendo cada año, y agregando más cosas, que yo le iba pidiendo a mi mamá, como tener una torta el 25 y cantarle cumpleaños feliz al niño Jesús, y partir una piñata. Tener una mesa de dulces y asistir a las misas de aguinaldos en la madrugada, para después tomar chocolate caliente en la iglesia y reunirnos nuevamente todos, el 31 de diciembre, con nuestros mejores trajes para recibir el año nuevo y brindar con champagne.

Mi mamá fue y es feliz cuando llega diciembre, porque la decoración, la cena, los regalos, los estrenos de ropa, la comida, las risas y carcajadas, la música de moda y las gaitas, la familia reunida, las fotos, todo eso es parte de nuestra historia y de esas historias que yo veía y veo, que ahora son parte de mi vida y de mis anécdotas.

Cierro con la frase que escogí durante el 2021: “Soy la creadora de mi vida y de mi mundo” y efectivamente es así, si lo hice con la navidad, y con otras cosas más, seguiré creando y escribiendo para dar vida a mis personajes, mi creatividad y mis sueños para convertirlos en mi realidad. Debemos creer en los milagros, porque nacen de nuestros corazones.

Los milagros se dan si crees.
 

María de los Ángeles Bohórquez