viernes, 28 de octubre de 2016

Aun a los 70 años


El mes de octubre tienes dos significativas celebraciones para mí, la de mi mamá y la de mi esposo. Cada una representa emociones distintas, pero esta vez quiero enfocarme en la de mi mamá, una Mujer Integral que justamente al cumplir esta vez 73 años de edad,  lo que hace es fortalecer lo importante de Vivir a Plenitud cada momento de tu vida, para que te sientas autentica y llena de libertad cuando revisas retrospectivamente como has vivido y solo encuentras episodios interesantes y hasta apasionantes.


Mi mamá nació en Cabimas, un lugar caluroso que representaba en su momento de nacer el crecimiento y desarrollo de la industria petrolera venezolana, muchas de las familias zulianas vinculadas a la industria petrolera vivieron en algún momentos de sus vidas en Cabimas, pero me llama siempre poderosamente la tensión que cuando la gente se refiere a los de Cabimas lo describe como inteligentes, pero sobre todo escandalosos. Definitivamente mi mamá es así, audaz, inteligente, sarcástica, astuta y sobre todo explosiva, mas no escandalosa, le gusta disfrutar de los momentos felices, así como de las telenovelas, es una apasionada de la lectura y de las buenas conversaciones. De hecho eso lo herede de ella, o mejor dicho ella lo cultivo en mi, lo hacia en las tardes, después de dormir la siesta, mi mama nos invitaba a mis hermanas y a mi a la sala de lectura, y nos entregaba cuentos o revistas para que nos dedicáramos a leer, aunque realmente solo tuvo efecto en mi, mis hermanas no leen.

Luego estudia técnico comercial y posteriormente se caso con mi papa, un hombre esplendido, todo un caballero, aun hoy en día no he conocido otro galán como mi papá y hasta quienes lo recuerdan, solo recuerdan cuan galante era, un hombre de detalles, de mundo, con una oratoria única, una manera de ganarse la atención en los escenarios y un relacionista publico por esencia, ambos combinaban muy bien en una magia encantadora que unía sus asuntos en común y los hacia bohemios, intelectuales, alegres, amigables, solidarios, dadivosos, esplendidos y apasionados de los temas de su interés, como la política, las series de televisión, los libros y la buena comida.


Aún a los 70 años, mi mamá sigue siendo una mujer maravillosa, que tiene un gran capital social… aunque ahora viuda, cuenta con su familia, tres hijas que la queremos mucho, nueve nietos que la acompañan en sus actividades, de los cuales tiene sus preferidos por los temas que ellos manejan: la política, los libros y el cine… tiene un significativo grupo de amigos que siempre le acompañan, hoy en día mas por vía telefónica, y tiene un apego por las historias contadas en la televisión que sigue con increíble pasión, sin descuidar su alimentación y dieta, sus tratamientos médicos y sus ejercicios moderados.

Su vida, es historia viva de este país: Venezuela, al que quiere y defiende en cada momento, fue activista política en algún tiempo del partido acción democrática, fue estudiante universitaria sin concluir su carrera, la comunicación social, fue al gimnasio por muchos años y luego creo sus propias rutinas y una gran decoradora de interiores, sobre todo cuando llega Navidad.

Mi mamá realmente es una mujer excepcional, a la cual si le preguntas como ha sido su vida, te dirá mi vida es única, porque he vivido como he querido porque he dejado vivir a quienes me rodean como también han querido, me he dejado querer y he querido sin condiciones, porque he visto y he dejado ver, porque he sentido y he dejado sentir… simplemente he sido yo.

Al comparar con lo que publico la enfermera Bronnie Ware sobre las personas que llegan al final de sus días con enfermedades terminales y expresan lo que les hubiese gustado vivir, mi mamá las ha vivido todas por eso aun a los 73 años es feliz. Entre ellas siempre hizo lo que quiso hacer, nunca estuvo condicionada ni obligada a nada, ni a nadie, nunca trabajo en exceso, siempre trabajo en lo que quiso, y cuando quiso, siempre ha sido feliz con lo que tiene, con quienes le rodean y con lo que hace, siempre ha contado con sus amigos, a quienes visita y quienes la visitan y comparte con ellos sabiendo que pronto no estarán, pues mucha de sus amigas ya han fallecido, y siempre expreso lo que ha sentido, sin reprimir sentimientos ni emociones, pero también de buena manera ha dicho lo que ha querido y manifestado sus sensaciones y percepciones. Ha viajado, ha disfrutado de la gastronomía y ha celebrado cada cumpleaños con un gran entusiasmo, dando gracias a Dios y a la vida que le ha dado tanto.


Por eso aún a los 70, mi mamá seria un modelo de vida por Ser una Mujer Integral que ha logrado Vivir a Plenitud.

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