Día a día cuando ando por las calles de mi ciudad, o de cualquier otro rincón
del mundo, en nuestros paseos, siempre que andamos juntas la gente se empeña en
manifestar que mi hija y yo nos parecemos. En realidad, no nos parecemos, pero
manifestamos la misma actitud ante cada situación.
Cuando educas a tus hijos, lo haces bajos tus costumbres y hábitos que
fueron inculcados en tu familia y que se trasmiten de generación en generación,
siempre haciendo énfasis en alguna de las personas que mas hincapié hizo sobre
algunas costumbres, en nuestra familia fue mi abuela materna “Camila” nombre
que además también lleva mi hija, que se llama Claudia Camila.
Si buscamos el significado del nombre Camila, significa persona servicial
muy buena para el área de la salud, destacadas enfermeras… y así es! Mi abuela
lo fue y mi hija lo es. Sin embargo, yo no tengo nada de eso porque me
neutralizo y no soy capaz de curar heridas, ni nada parecido. Si soy servicial,
pero en otros aspectos en los que quizás mi hija no sea tan especial, enseñando
a las personas, con paciencia y con trabajo, logro que mis estudiantes perciban
mi vocación de servicio.
Por otro lado, en mi familia la elegancia y el buen gusto al vestir fue enfático,
siempre pensando en la forma de tu cuerpo de manera tal de no resaltar o acentuar
las zonas gruesas o muy delgadas para mantener un equilibrio en la estética.
Nunca comer en abundancia para no perder la figura, siempre delgadas y
consistentes, si alguien estaba engordando la dieta de mi abuela Camila era
comer igual que los demás, pero en platos mas pequeños para modificar las
porciones, pero siempre comer de 4 a 5 veces al día, cantidades modestas para no
pasar por ataques de hambre y nunca comer muy entrada la noche.
Nunca nos permitían mantener largas conversaciones con personas de mal
hablar, porque eso se contagia, es decir quienes confundían significados,
fechas, lugares y le colocan nombres equivocados a personas, lugares o cosas…
eso podía desvirtuar nuestro crecimiento, no tenia que ver con clases sociales…
mi abuelita siempre nos decía la educación no tiene un lugar especial… a veces
la señora domestica es mas educada que el niño rico con el que sueles jugar.
Esos detalles si nos hacen igualitas, pero es que viene de las normas del
hogar, modales, gestos, formas, gustos, porciones, relaciones, sentido del
humor; se cultivaron en el hogar y se reflejan donde quiera que vamos, además se
manifiestan en nuestro andar, comer, jugar, coquetear y conversar.
Lo que nos hace parecer igual, es cuestión de actitud y del cariño de
nuestro hogar. Cada una manifiesta su expresiones de Amor, con efusividad, con
detalles y con la fuerza que cada una de nosotras sabe DAR.
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