miércoles, 1 de abril de 2020

Mi Mapa no es el territorio

Mi hijo y yo en un concierto


Esta es una frase fundamental en el aprendizaje de PNL, todo maestro o todo facilitador desde el inicio hasta el final de tu proceso de inducción, la va a repetir incesantemente. ¿Por qué? Simplemente porque a medida que vas avanzando, siempre vas a caer en lo mismo. Solo vemos una parte del todo, la parte que te corresponde desde tu ángulo del mundo y lo veras desde tus referentes o patrones que fueron creados durante tu crianza.


Nuestro lenguaje demuestra nuestro modelo de vida, en el cual nos hemos desenvuelto y desarrollado, por tanto, deja en evidencia que patrones te guían cuando estas en un proceso de aprendizaje, en el cual debes desaprender para reaprender lo nuevo, es cuando la frase “tu mapa no es el territorio” aflora para decirte que la forma en la que tu percibes las cosas, los asuntos o las circunstancias son solo tu percepción de ello, si quieres ver el todo debes aceptar el territorio, no el mapa que tu creaste sobre él.

Cuando estaba en Venezuela y ofrecía una Conferencia sobre emigración llamada “Me voy o me quedo” les pedía a las personas que hicieran el ejercicio práctico de sus 5 sentidos, desde su representación personal de la realidad. Es decir, analizar la ciudad y el país que tenías pensado para emigrar y revisar con cada sentido, si te sentirías bien allí.
Paseando con mis hijos por jardines

Le daré mi ejemplo al momento de emigrar desde mis 5 sentidos:
La vista, yo soy una persona que le gusta el verde, es decir que existan espacios verdes en la ciudad, muchos árboles y plantas, además ver el mar, lo celeste, las nubes y las estrellas. Para ese entonces tenía tres opciones Miami, Barranquilla y Lisboa, de las tres la que tiene más verde es Lisboa, además está a orillas del Río Tejo, segunda Miami, con sus extensas carreteras totalmente convertidas en jardines y por último Barranquilla. Entonces a una persona que le gustan las ciudades coloridas, no podrían ir a vivir a Paris o Atenas, porque hay ausencia de colores, y su visión los necesita.

El olfato, soy altamente sensible a los olores, por tanto, tendría a Lisboa en primer lugar por su cercanía al río y los olores de la costa, segundo Miami, por su olor a madera y por último a Barranquilla por su olor a coco y a frituras. Si eres olfativo cada ciudad emana su olor, por ejemplo, Vancouver tiene un fuerte olor a pescado, y Caracas un fuerte olor a smog, que olores tienen que ver con tu representación personal.

El gusto, los sabores de las comidas, en primer lugar, seria Miami, porque es comida fastfood y un toque más internacional, segundo Barranquilla, por comer granos y muchas frutas y por último Lisboa, por el pescado y mariscos, que son los que predominan. Si te gustan algunos sabores específicos o te molestan más bien, no podrías vivir en México o países asiáticos, sino te gusta el picante o muy especiado como La India.

El tacto, si eres una persona que le gustan los abrazos y el contacto físico, debes ir a lugares donde siempre puedas manifestar tu cariño, yo no, por tanto, primer lugar Lisboa, solo un saludo sin muchos abrazos, ni contacto, segundo Miami, y por último Barranquilla, donde son como los venezolanos altamente kinestésicos. Si eres de mucho tacto, no puedes ir a países árabes, ni asiáticos.

El oído, y si eres auditivo, y yo lo soy, en primer lugar, Lisboa, que es sumamente silenciosa, pero se siente los sonidos de la naturaleza, en segundo Miami porque es demasiado cerrado y por último, Barranquilla porque el vallenato está en todos lados de la vida pública y a mí no me gusta el vallenato. Me gusta la música y el baile, pero no el vallenato. Pero si te encanta la rumba, la calle ruidosa y el desorden público, pues Barranquilla sería una buena opción, Madrid otra, y Maracaibo en Venezuela.

Evaluar mediante los sentidos te da la perspectiva del mapa que tienes, más el territorio al que vas no es así, es por eso que es difícil emigrar, porque lo que creas en tu mente como opción útil y pertinente, se cae como un castillo de arena con un fuerte viento, al vivir la realidad, al estar en el territorio.

Por eso, el mapa no es el territorio, y eso te paso con algunos empleos, o carreras universitarias que quisiste cursar o una relación de pareja. Creaste en tu mente un mapa, una ilusión sobre ello, que no es precisamente lo que está en tu realidad, en el territorio y digo tuya, porque tiene que ver con tu modelo de mundo, con tus representaciones, que no son necesariamente iguales a las de los demás.
Mi hija y yo en las calles de Lisboa

¿Cuántas veces te ha pasado esto?
Hoy en día en este episodio en la vida del planeta, con esta crisis en salud que cambio a caos mundial transformándose en pandemia, algunos solo ven su mapa y no perciben el territorio, perciben la situación desde sus mapas, desde su porción parcial del mundo, no ven al mundo como el territorio completo, como el todo.

Por ello, la necesidad de que se conozca el mundo, que veas el territorio y dejes de pensar, sentir y actuar solo desde tu mapa.

¿Te está pasando esto?
Si ves a personas cantando, o bailando… te da rabia, te alteras y te molestas, porque estamos en cuarentena y para ti es encierro y seriedad, o por el contrario si ves a gente peleando, molestos o inquieto y tu estas en oración y meditación, te molesta que no entiendan el llamado de ir hacia adentro, en la búsqueda de mundo interior, pero es que estas viendo desde tu percepción del mundo, desde tu modelo, desde tus creencias y desde tu representaciones.

Así que revisa tus patrones, tu modelo y tus referentes y abre los sentidos a la percepción, hacia una nueva visión, hacia intentar no solo ver la parte sino el todo, ser deductivo e inductivo, por tanto, llegar a ser analítico. Crece geográficamente, no seas solo tu mapa, mira hacia el horizonte y ábrete hacia el territorio. Aceptalo!
  
Mary Ángel Bohórquez
@ahoramaryangel
You Tube y Facebook “Ahora con Mary Angel"

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