Busca en tu interior |
El mes pasado
fue increíble para mí, porque mientras pasaba un resfriado muy fuerte en medio
de esta pandemia del virus COVID-19, comencé a entrar en mi interior y
preguntarme a mi misma, que me estaba pasando, porque me enferme y para que lo
estaba haciendo.
Es decir, cual
era la causa o causas que me llevaron a tener ese malestar de fiebre y dolor en
el cuerpo y la cabeza, de bajar a tal punto mis energías y quedar en una muy
baja frecuencia. ¿Para qué? ¿Y justamente que quería lograr con ello, me
enferme para evadir qué o frenar qué?
Comenzó mi búsqueda
y entonces cuando ya había pasado la fiebre, pero aun tenia el malestar en el
cuerpo, comencé el tratamiento con antibióticos y plussssss, esa primera noche
sude muchísimo, pero sentí que más allá de soltar infección, solté un peso, al
otro día me levante liviana, sentí que me había quitado un elefante de encima,
hasta recordé la película “El Fotógrafo” y logre quitarme eso que me agobiaba,
sin embargo dos o tres días más tarde, mientras dormía sentí cuando el miedo
vino a visitarme, de repente yo dormida veía como había algo que entraba en mi
cuerpo y me daba un corrientazo, como un cosquilleo feo, que se hospedada entre
el pecho y la garganta, y yo lo veía y me preguntaba quien le estaba dando
permiso, entonces, me desperté, me levante he hice respiraciones y fui a buscar
mi rosario, porque soy católica y le pedí a mi mamá Virgen María y a Papa Dios,
que me acompañaran a vencerlo, y comencé a orar, porque la oración es para mí, mi
mejor espada contra el miedo, lo aceche con la espada del Arcángel San Miguel y
aleje esos demonios.
No te asustes! |
Luego, le comenté
a mi esposo el episodio, porque él es maestro Reiki y le pedí que me limpiara,
y lo hizo, no me quiso contar, solo me dijo, sigue limpiando y meditando, es
necesario, especialmente para ti.
Pasado más días,
me levanté bien y después del desayuno estaba en la cocina lavando los platos y
de pronto me empecé a sentir mareada y como que no podía respirar bien, al
mirar hacia la derecha donde estaba el horno vi unas sombras negras… me
sorprendí, camine hacia la puerta de la cocina que da a la terraza, abrí las
ventanas y grite, luego hice respiraciones profundas y en nombre de la Santísima
Trinidad le di permiso a salir de mi y a salir de mi casa. Regresé tome mucha
agua y volví a la ventana, para dar gracias por todo lo que estaba pasando, que
estaba sanando, que estaba soltando y que me estaba liberando.
Todo eso ocurrió
durante el mes de marzo, y pensé en el mundo entero, si cada cual se libera y
suelta sus miedos y demonios internos, limpiaremos la atmosfera y el ambiente
del planeta generando una conciencia planetaria hermosa, donde todos con espíritu
limpios y brillantes convirtiéndonos en maravillosos seres humanos.
Después he reflexionado
mucho, descubriendo mis porque y mis paraqués, encontrando respuestas increíbles
para mi sanación, en cada meditación vienen del silencio las frases o imágenes que
me van dando mas y mas respuestas sobre lo que debía trabajar en mí.
Descubre lo que hay en ti |
Les cuento lo
que mas debo trabajar es la “ansiedad” por lo que quiero y aun no tengo, y la “tristeza”
por lo que tengo y ya no lo necesito. Fíjense, parecen cosas pequeñas, pero se
hacen grandes en el corazón y en tu mente, no te dejan respirar, ni hablar y te
bloquean, a tal punto que como no las lloro, mi cuerpo las llora por mí.
En mi país
cuando visitas a alguien le debes llevar algo, es una creencia, entonces el
miedo vino a visitarme para regalarme la oportunidad de dar GRACIAS y PERDONAR
lo que me produce ansiedad y me da tristeza, así me libero y suelto, volviendo
a mi unidad y a mi armonía.
Mary Angel Bohorquez
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