martes, 18 de diciembre de 2018

Las hojas del Calendario

Decorando la casa de mi mamá


       La música siempre inspira y eleva tus emociones al máximo, así me pasa cuando escucho la gaita “las hojas de calendario” sobre todo la frase que dice: “vivir la emoción del último día de noviembre y sentir la sensación del primer día de diciembre”.
Celebrando con mi suegra



Así pasaron las hojas del calendario este 2018 con la visita de mi suegra en mi hogar, que vino con el firme propósito de hacernos las hallacas (plato típico navideño venezolano) y de vivir gratos momentos conmigo y con sus nietos, ya que su hijo se encuentra en Portugal. Lejos de Venezuela, con muchos que han emigrado en busca de un futuro mejor, en su caso buscando reencontrarse con sus raíces y familiares.
De compras con mi suegra

Fueron tres fines de semana intensos, el primero celebrando en la Feria de la Chinita, fiestas patronales o fiestas populares que giran en torno a la Virgen del rosario de Chiquinquirá, patrona de los zulianos, que comienza con la bajada de la Virgen, al siguiente el amanecer gaitero, que consiste en llevarle serenatas a la Virgen el día previo a su cumpleaños el 17 de noviembre hasta que son las doce de la noche y se le cantan las mañanitas y el cumpleaños feliz, a la virgen, esa noche mi suegra y yo brindamos y bailamos, conversamos y disfrutamos al son de las gaita (género musical propio de la región zuliana, durante las navidades) en la cocina de mi apartamento con un mini radio, pero fue un amanecer inolvidable.
Visitando la Basílica con mi suegra y mi prima Monica

Al fin de semana siguiente, también amanecimos, porque mi suegra es muy amiga de mi mamá y ellas organizaron un encuentro entre amigas, invitaron a dos amigas más para decorar junto a mi mamá su casa de navidad, compramos sangría, escuchamos música variada y hasta fui a dos cuadras de la casa de mi mamá a escuchar gaita en vivo, en un cierre de calle en plena navidad.
Mi mamá y sus amigas decorando

Y cerramos noviembre con el último fin de semana de amanecer, pero haciendo las hallacas, para que mi suegra cumpliera su misión con su visita, fue agotador, pero reconfortante, al ver que tanto trabajo, primero las compras para conseguir todos los ingredientes y luego la preparación, dio como resultando un grupo de hallacas y bollitos venezolanos.
Mi suegra ayudando en casa de mi mamá

       Definitivamente amo la navidad, porque me entrega cada año lo mejor de cada persona con las que me rodeo, las sonrisas, el entusiasmo de la gente, los sabores y los olores de las tradiciones y costumbres, pero sobre todo el amor de estar en familia.

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