domingo, 30 de noviembre de 2025

El Palacio de las Cervezas

Una historia que te dice que muchas veces nos llenamos de expectativas sobre algo, o sobre alguien o algún sitio y resultó no ser lo que esperabas. Pues justo así me paso a mi hace un año. Quería conocer un lugar y cada vez que lo intentaba no se daba, entonces dije, pues nada, esperaré que vengan mis hermanas que les gusta la cerveza y lo conoceré, el famoso “Palacio de la Las Cervezas” en la Plaza de Comercio del centro de Lisboa. La primera vez, entre con una amiga quien me llevo a conocerlo, pero cuando preguntamos por el precio de una cerveza y es de 5 o mas euros, ella dijo no es muy caro, con eso me tomo tres cervezas en otro lugar. Solo llegue hasta a entrada y la segunda vez ya iba con una amiga, y ella quería entra propiamente al Museo y estaba cerrado ese día, entonces otra vez, nada. Por eso decidí, esperar a mis hermanas. El Museo de la Cerveza, o Núcleo Museológico y Cervecería, conocido como l Palacio d las Cervezas, fue fundada en el 2012 en la plaza de Comercio en Lisboa, Portugal. El espacio fue creado para ser un centro de cultura, gastronomía y sobre todo de las cervezas producidas en el país. En la planta baja, se encuentra una cervecería que recrea los espacios tradicionales de la producción de cervezas portuguesas, además de servir aperitivos típicos de la región. En el primer piso, se encuentra un acervo histórico, contándonos la historia de las cervecerías y su evolución en países como Angola, Brasil, Mozambique, Cabo Verde, Guinea-Bisáu y Príncipe y Santo Tomé.
Llego el año de la visita de mis hermanas a Portugal 2024, y bueno excelente vayamos al tour, solo que no vinieron juntas sino por separado, entontes la que llego primero fue mi hermana Maira, nos dispusimos a ir al centro, nos fuimos en el autobús 759 desde Olivais donde vivo, y eso permitió que mi hermana viera todo el borde de Rio Tejo, nos bajamos en plena Plaza de Comercio, y ella feliz, le encanto dijo que se sintió realmente en Europa, fuimos hasta el busto del centro, había unos chicos universitarios, vestidos como se usa aquí con sus capas al estilo Harry Potter cantando villancicos, nos quedamos a escucharlos, y le hice un video a mi hermana cantando y bailando. Luego fuimos a la orilla, mi hermana se enamoró de los TukTuk y se tomó fotos y de allí le dije te invito a comer pastel de bacalao relleno de queso de la Sierra de Estrella, plato típico de aquí.
Entramos y le encanto, nos comimos cada una, un pastel de Bacalao y de bebida una cerveza que la sirven en una jarra inmensa, una Sagres, a ella le encanto el pastel, era repetible y quería más y yo le dije “no aún sigue el tour, vamos ahora al Palacio de la Cerveza” y ella saco una sonrisa de oreja a oreja. Vamos y entramos, le encanto, quería fotos por todos lados, era navidad y estaba uy lindo y acorde el decorado, ya que sala de planta baja es un recibidor de palacio, después de la galería de fotos pedimos una mesa para sentarnos y nos dieron una carta o menú, ella abrió y yo también y allí comienza la historia.
La carta era todas las cervezas que podíamos tomar, pero estaba en portugués y en inglés, ella no entendía y me pidió traducción, eran cervezas artesanales propias de cada región de Portugal o de los países que fueron sus colonias, como Cabo Verde o Mozambique. La cara de mi hermana era un poema de frustración. Entonces llame al mesero para que nos recomendará alguna y él comenzó a describir, mientras hablaba mi hermana, más o menos entendía y su cara iba cambiando de muecas de rechazo, una tras otra, yo no aguantaba la risa, y cuando el señor terminó, ella dijo… eso es todo, ¡no hay una normal!
Yo conteniendo las ganas de reír, porque a mi hermana no le gustan las especies, ni los frutos secos y la descripción hacia énfasis en ello, le pregunte al señor, si solo ofrecían las cervezas de la carta, y él dijo que si, pues así termina la historia de la tercera visita al palacio de las Cervezas, sin probar ninguna otra vez. Mi hermana con una cara de rabia, me dijo me quiero ir ya. Por supuesto, nos levantamos y nos retiramos, ella muda y yo tratando de alegrarla, le digo ahora caminaremos hacia ya, y bueno en el trayecto te brindo otra cerveza, y entonces ella me dijo que sea: Superbock, que es la que más me ha gustado desde que llegué. Ni la mujer que conozco por ser una gran tomadora de cerveza me dejo vivir la experiencia de consumir una cervez en el Museo-Palacio de la Cerveza en Lisboa. Volvimos a bailar frente al Museo de Fado, con un DJ y gente que celebraba la Navidad… y yo quede con las ganas de un día celebrar con una cerveza en el Museo de la cerveza de Portugal. Mary Angel