jueves, 12 de octubre de 2017

Como de 30: Parte II

       
Jugando en el Cole
       Ahora quiero contarles, realmente esas maravillosas vivencias del ayer cuando mis amigas y yo estábamos en el colegio, fueron días llenos de alegría, entusiasmo, descubrimientos, anécdotas y de crecimiento, unos muy bonitos y otros llenos de rabia, pena y dolor, angustia y lo que hoy le dicen estrés.
        Cada mañana teníamos que estar antes de las 7:00am cosa que para mi era difícil, siempre me ha costado levantarme temprano, amo la cama y desprenderme de ella, me cuesta aún hoy en día, eso hacia que me levantase con pereza y mal humor, y al llegar había que saludar con besos a todas las chicas y a mi me molestaba ese momento, esa efusividad de cariño, yo llegaba sería, mas por sueño que por disgusto y las chicas pensaban que yo estaba de mal humor.
          Luego, dependiendo de los horarios de clases teníamos profesores que nos agradaban y otros que nos parecían extremadamente aburrido, pero recuerdo que el profesor de matemáticas no nos iba a dar mas clases y llego el profesor nuevo, era joven y tenía el cuerpo de jugador de futbol, bien moldeado y compacto, era un delirio a los ojos de jóvenes adolescentes a las cuales les estaban despertando sus instintos de mujeres encantadoras, todas comenzaron a maquillarse, y a coquetear con el profesor con unos celos increíbles porque el profesor conversaba mucho con una de las novicias que habían llegado el colegio… rumoreábamos y creamos chismes terribles entorno a ellos. Yo recuerdo particularmente a la hermana Elsa que estuvo poco tiempo con nosotros, pero dejo huella en mi, daba la materia de sociología, porque estudiábamos humanidades, ella era caraqueña y contaba muchas anécdotas de Caracas, pero sobre todo hacia algo que me gusta no nos prohibía nada, en realidad era una estrategia muy astuta de su parte , nos decía: tiene permiso para correr, gritar, comer, ir al baño ( cuando sonaba el timbre para el recreo) siempre nos invitaba a hacer las cosas, era muy hábil e inteligente y eso me fascinaba.
     
        En cada sección o grupo de clases había delegadas o responsables por el grupo, y nosotras por tremendas asignamos a Helen González (Riquilda) ella era terrible por irreverente, pero demasiado simpática y astuta, las hermanas aprobaron su asignación, eso significa un triunfo para nosotras. Aún Helen es una mujer simpática y extrovertida, muy querida por todas nosotras. Nuestro grupo de profesores era lo mas variado nuestro profesor de francés era propiamente francés, el de latín y filosofía, era un ex sacerdote, que nos vivía contando sus anécdotas y su maravillosa historia de amor que se inicio en un rosario de difuntos.
         
        Entre nosotras había de todo, yo estaba mas con las deportistas, llegue al colegio solo para el ciclo diversificado a estudiar humanidades, y me incorpore al equipo de basquetball y en las tardes la hermana directora daba clases de Aikido, era ella era cinta verde. Nuestra querida y respetada hermana Pilar. En la administración en la recepción del colegio estaba la hermana que era la mas estricta del colegio. Para el desayuno, la mas consentidora y peleona en la cantina. Lo que nadie puede olvidar del colegio es el famoso honguito, la estructura central o nave central del colegio donde se realizaban todas las actividades claves.
     
     En mi caso yo era una irreverente también, pero más por la tendencia de la moda  que por comportamiento, en aquel entonces estaba de moda Cindy Lauper y yo me corte el cabello como ella, y las hermanas casi me expulsan, además me gustaba bailar y crear dramatizaciones, eso a veces caía bien y otras un poco fuera de contesto. Mis mejores amigas eran Lorena Rincón, porque además estudiábamos juntas, y mi mamá le hacía transporte, hoy seguimos siendo grandes amigas, y Verónica Andrade, creo que Vero confiaba mucho en mí, pero también compartí mucho con mi tocaya Patricia Enmanueles, lo que pasa es que ella era grande siempre tenía novio y andaba en rumbas y yo no andaba en esa onda. Otras con quienes compartí mucho, Cleyde, Joalis, Vanderlella, Llanibel, Marybel, María Angélica y Adreana Morón. Las otras chicas también y no puedo dejar por fuera a Aniela Bermúdez que venía conmigo del Colegio El Pilar.
       
        Fueron dos años escolares inolvidables, sobre todo cuando el buenmozo profesor de matemáticas casi nos raspa a todas, ir a comer cepillaos en la cancha con Cirilo, y sentarse en el borde de la jardinera cerca de la cantina a desayunar y conversar. Una guitarra siempre sonaba en los temas que cantábamos y las travesuras que se nos ocurrían, fuimos tan felices que a{un hoy permanecemos unidas y compartidas la dicha y la desdicha de la Venezuela de hoy. Algunas están fuera del país, pero seguimos unidas por Facebook y por whatsapp y nos damos apoyo constantemente.


                               Gracias, mis hermanas franciscanas por toda su PAZ y BIEN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario