Había una vez
en un rinconcito de un apartamento pequeño, una niña que, junto a una mesita de
noche, leía y leía, muchas veces le tenían que buscar en su habitación para que
fuese a comer.
Algunas
amigas de su madre, le decían, pero como es que a ella le gusta tanto leer, y
la madre decía, fue algo que yo le enseñe. Cada tarde después del almuerzo, la
madre llevaba a sus 3 niñas a la cama a dormir una siesta, y luego de una hora
se levantaban a merendar, estudiar y leer, para que todas leyeran la madre se
sentaba con ellas en la sala y a cada una daba un libro, solo Mary Ángel leía,
las otras solo miraban las ilustraciones o fingían. Por eso, cuando le
preguntaban en cada cumpleaños a mi madre, que me podían regalar, ella decía
cuentos y daba los títulos que aún no había leído.
Así fue que
se cultivó el hábito de la lectura en mí, el pequeño club de lectura creado por
mi mamá, que además con ayuda de mi papá crearon una minibiblioteca para mí.
Cuando
llegaba navidad, yo tenía mis lecturas o cuentos favoritos y uno de ellos era
“Mujercitas” la historia de esas niñas, se me parecían a mi con mis hermanas, y
cada vez que lo leía, yo era una de las mujercitas, pues a mi me gustaba ser un
personaje en los libros que leía.
Otro de mis
cuentos de navidad era “La niña de los cerillos” me generaba mucha tristeza,
pero igual lo volvía a leer, porque yo no podía creer que alguien podía morir
de frío, y también porque en mis pensamientos, yo decía cuando sea grande daré
comida a los niños en Navidad, ayudaré a que la gente ame la navidad.
Para
finalizar les comento otro, aunque fueron muchos, pero este en particular me
gustaba leerlo, “Panchito Mandefua ceno con el Niñito Jesús” porque me
encantaba la astucia, y la forma de hablar de Panchito, siempre me gustaron los
acentos, y el dialogo en ese cuento me encanta. También tiene un final triste,
y eso me hacía pensar, porque para muchas la navidad es tristeza y soledad,
muerte y fatalidad.
Los cuentos,
tienen su encanto, leí muchos, literatura rusa, inglesa, latinoamericana y
especialmente venezolana, y en todas encontré la grandeza del amor, el valor de
la familia, los sueños que se hacen realidad y que los niños que son felices
son los que hacen al mundo prospero.
María de los
Ángeles Bohórquez
@ahoramaryangel
www.ahoramaryangel.com
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