Ven a mi Casa

 

Te abro la puerta de mi casa cada Navidad

Esta Navidad, es una canción para abrir las puertas de tu casa a la familia, a tus amigos y tus vecinos, este año el año 2020, que será inolvidable para la humanidad, la agrupación zuliana San Luis, hizo una grabación especial de este tema para darnos como un dardo al corazón a todos los maracuchos que hemos emigrado y estamos lejos de nuestra Venezuela y de nuestra querida Maracaibo.

Pero en realidad, no extraño lo que deje, extraño lo que fue, las gaitas que escuche, que cante y lloré frente al Pozón del Saladillo, aquellas cenas de nochebuena en casa de mi abuela, el arbolito lleno de regalos, que eran para todos, el día del cumpleaños del niño Jesús, que le cantábamos cumpleaños y partíamos una piñata.

Siempre en familia

Por supuesto, y los lugares iconos de una ciudad que fue radiante y luminosa, no solo por sus lugares, sino por tantos seres de luz que nos dieron escritores, periodistas, médicos, cantantes, grupos musicales, oradores, historiadores, personajes de la ciudad y crónicas de la magia de la ciudad, una radio viva y autentica, comida callejera llena de colores y sabores como su gente, abundante por la grandeza del zuliano.

Como ya no puedo ir a esa casa que deje, porque la deje en los capítulos de la historia de Venezuela y Maracaibo, cuando vuelvo encuentro otra cosa, otras situaciones y a la misma gente, pero diferente, me dedico a contar lo que fue, ya no esta gran parte de la familia, ya no están mis amigos y ya no existen muchos de los lugares de los cuales disfrute y ame.

Nuevas cenas navideñas con platos auténticos

Por tanto, ahora quiero invitarte a mi casa en Portugal, ahora mi casa es Lisboa, ahora aprendí a vivir en modo presente, ver el pasado como lo que fue, sin añorarlo, porque ya no regresará, ni regresaré, ni tampoco vivo con ansias del futuro, porque no sé lo que será, solo vivo el aquí y el ahora, por eso, ven a mi casa aquí en Lisboa.

Este año 2021 lo recibí muy feliz, aún a pesar de todo lo vivido el año anterior, porque en mi casa, logré crear mi propia navidad, las nuevas navidades, con su toque venezolano, y unas chispas de portugués, pero en realidad con la esencia de lo que para mí es Navidad.

Feliz ahora en mi nueva casa

Tomo de Europa, el apego familiar para compartir en intimidad, no con parrandas, si con armonía, no con tanta buya, y si con mi alegría venezolana. Preparando la gran cena, ya sin misa previa, pero con oraciones, cantando y música por Youtube, una mesa esplendida con el menú que queremos degustar, luego el intercambio de regalos, como demostración de afecto y de buena nueva. El día 25 de abrazo en familia, lleno de sonrisas y de muchos dulces para disfrutar, de cine con maravillosas películas de navidad. Y para año nuevo, champagne, papelillos y emoción, gritos y alegría, viendo los fuegos artificiales desde el ventanal y salir como se hacía en Venezuela, a saludar a los vecinos para desearles un buen año, que acaba de iniciar, compartiendo vino y sonrisas. Un primero de enero al aire libre, para abrir el año con el contacto con la naturaleza aprovechando para respirar.

Dejando atrás, las grandes fiestas, las de la calle del Pozón del Saladillo, los trajes de alta costura para colocarnos en navidad, los super regalos, los platos típicos venezolanos nada más, los rituales locos, la sopita del primero de enero, y la ropa amarilla para empezar año nuevo.

No las quiero olvidar, son vivencias y rituales que me pertenecieron, solo voy a crear algo nuevo, que las próximas navidades cuando vengas a mi casa, tengas la alegría marabina y armonía portuguesa, que tenga el toque latinoamericano y chispitas europeas, pero que sea la evolución de una navidad, que no me de tristeza, sino que me dé la grandeza de lo que verdaderamente es la navidad, que es la esperanza viva en nuestros corazones llenos de Amor, por quienes nos rodean. Sin recuerdos, ni añoranzas, sin nostalgias, ni ansiedad. Solo sean una festividad que nos colme de bendiciones.

Que sean navidades, para que vengas a mi casa cada Navidad.

Mary Ángel Bohorquez

Brindo por las navidades nuevas que vendrán