Tu nuevo escritorio o lugar de trabajo |
Toda una aventura, que puede que para algunos suene
poco convencional, pero realmente el viraje es excepcional, son muchos los
caminos en este viaje, que abarcan mis cuatro campos de acción, y por ello
quiero compartir las emociones que genera, porque sé que muchos están pasando
por allí, así como también organizaciones. En mis cuatro campos de acción
también se produjo la transformación digital, en lo físico, lo mental, lo
emocional y lo espiritual, creando un escenario de ir de un ámbito al otro,
pero siendo sincera, con una fácil y rítmica adaptación.
Cuando eres emprendedora, y estas en acción y llega de
repente una ola llamada “pandemia” que te sacude y te deja en la orilla para
que tomes la decisión de volver a empezar, eso sí, de manera diferente, porque
el nuevo escenario no es la playa como quedo, sino ahora en modo realidad
virtual. Como seguir adelante pero rotundamente diferente, pues eso mueve todo,
tanto lo físico, tus oficinas, tus tiendas o escritorios y los más importante
tus clientes. Así como también lo emocional, los apegos, las costumbres y los
hábitos.
Paso a paso en el procso d digitalización |
Pues mi viaje por la playa, comenzó de la manera
siguiente, entender la orilla en la que quede, con que posición quede y donde
quedaron los demás, y a partir de allí, reconocer el cambio, aceptar que debo
transformar mi proceso y asumir el desafío que me atrapa. Entonces comencé el
viaje de emprender desde lo físico a emprender en digital. Para ello pase por
los siguientes escenarios:
1.- Lo fundamental para continuar con mis actividades
productivas, me debía actualizar, es decir, descargar una nueva versión de mí, o,
dicho de otra manera, volver a empezar con un nuevo concepto adaptado a las
nuevas funciones, lo que hoy se dice Versión Mínimo Viable para el mercado
digital.
2.- Nuevas formas de comunicación, sin dejar de ser
asertiva, y entonces ahora la modalidad de la comunicación es mediante videos,
sea una video llamada, video reuniones, video cursos. Pero asumir el video como
forma de comunicación.
Pasar de ser espectadora para ser un agente activo,
desde la preproducción, producción y postproducción, tanto para reuniones, como
para las redes sociales especialmente por videos de 15 o 30 segundos con micro
contenidos, conocidos como reels o videos cortos.
3.- También una nueva forma de expresarse, mediante
curación de contenidos, para crear tu plan comunicacional y mantener el
contacto con las comunidades. Eso implica digitalizar información que tenías en
carpetas y libros impresos.
4.-
Aprender a realizar networking como nueva estrategia comunicacional y
comercial, incorporándome en distintos grupos virtuales, comunidades digitales
o tribus para asegurar tu dinámica de trabajo. Todo ello, en vista del
teletrabajo.
5.-
Crear o abrir cuentas en distintas plataformas para utilizarlas como
herramientas digitales para tus reuniones, para facilitar en formaciones
online, y para tus actividades productivas. Una galería en tu móvil o celular,
como ustedes le llamen con todas las Apps que puedes necesitar en un momento
dado para tu productividad.
6.-
También abrir cuentas en plataformas de pago, para facilitar las transacciones
comerciales con tus aliados y clientes.
7.-
Y lo que me ha costado más, cambiar de horarios, de forma de vestir, de lenguaje,
no de idiomas, porque estos más bien es aprenderlos, es el lenguaje técnico
propio de los espacios virtuales y el cuidado con las palabras, especialmente
en español, porque al pertenecer a distintas comunidades digitales, donde son
de diferentes países, pues debes cuidar el lenguaje para no incurrir en ofensas
o confusiones con tus audiencias.
Pues
como verán, el viaje no es nada divertido, pero si es muy agradable, porque te
vas descubriendo, hasta donde eres capaz de llegar, de asumir, de adentrarte,
de experimentar.
Me
imagino que tú también pasaste tu viaje especial, y espacial, para ir de lo
presencial a lo digital.
¿Comenta,
como lo viviste tú?
Mary
Ángel Bohórquez
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