Lugar icónico con el nombre de Madeira |
Madeira es la tierra natal de los padres de mi esposo,
recién cuando nos vinimos a vivir a Europa, es que tuvimos la oportunidad de
conocer este archipiélago. Todos la nombramos con una isla y efectivamente es
así, una isla de acantilados, que no tiene orilla, por tanto, sus habitantes a
lo largo de los años han creado puertos y orillas para poder llegar a la isla.
Madeira no tiene orilla, ni playas. Existen piscinas naturales y artificiales y
playas artificiales para poder bañarnos, entre sus maravillosos paisajes.
Esta frase… no tiene orilla, se repetía en la casa de
mi abuela, cuando era niña, y lo decía mi tía abuela, para referirse a mi
abuela: “Camila no tiene orilla”. Cuando lo decía yo no entendía, después de
adulta, lo comprendí y me causó mucha risa, porque se refiere a que existen
personas que no hay manera de llegarles, no hay forma de hablar con ellas, o de
que te den respuestas en el momento, y que te digan que sí.
Vistas hermosas desde las montañas Porto Moniz |
Al visitar a Madeira, desde la
ventana del avión, veía la isla sin orilla y volví a mi infancia,
inmediatamente ni abuela vino a mí, porque, aunque su hermana la describía como
una persona poco accesible, yo veía todo lo contrario, la persona más cariñosa,
comunicativa y atenta que conocía.
Las cosas o asuntos a los que
mi abuela decía que no, o las cosas que no admitía, dentro de mi razonamiento
de niña me parecían justas, decisiones adecuadas, lo correcto dentro de los
valores que me habían formado y los que iba incorporando desde la escuela. Por
tanto, no me parecía intransigente, ni grosera o autoritaria, sino equilibrada.
Pero era solo mi mirada, quizás desde el Amor, y ella fue muchas veces dura
conmigo, pero yo veía esas situaciones apremiantes como parte de mi crecimiento
y de lo que debía aprender.
En las afueras del Museo de Cristiano Ronaldo |
Madeira, me acerco además a
muchas mujeres como las mujeres de mi familia, mi abuela, mi tía abuela, mi
mamá, mis tías, y mi bisabuela… dueñas de familias y de sus tierras, dedicadas
a su hogar, por dentro y por fuera, de la puerta para adentro y los jardines de
afuera, los vecinos y las comunidades donde viven. Dando vida, valores, colores,
anhelos, deseos, sueños… que conllevan a crear historias hermosas de mujeres
maravillosas.
Regrese inspirada por lo
valioso de nuestras mujeres, las de mi familia, y la tuya, de las mujeres
portuguesas, y las mujeres venezolanas, porque en algún momento de nuestras
historias, nos unimos, primero miles de mujeres portuguesas se fueron a Venezuela
y hoy miles de mujeres luso venezolanas retornan a sus tierras como nietas o
bisnietas con una doble cultura para transformar y reparar, de esta manera
construir nuevas historias de mujeres hermosas y grandiosas.
Santana y sus casas típicas |
Mary Ángel Bohórquez
Muy significativa "No tiene orilla" gracias
ResponderEliminarPues si, una frase que me deja un aprendizaje significativo.
EliminarMuy bueno!!! Felicitaciones
ResponderEliminarMuchas gracias, espero que sigas leyendo más crónicas sobre mi familia en este blog. Es un homenaje al árbol de la vida.
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