lunes, 23 de noviembre de 2020

El segundo Debut

 


Todos los fines de semana de mi infancia y adolescencia los pasaba en casa de mi abuela materna: Mami Camila. La casa queda en la avenida 14 de la ciudad de Maracaibo, es una casa grande y amplia, con muy buena iluminación y una distribución apropiada, la casa fue creciendo y yo con ella, hasta transformarse en lo que es hoy. Primero le decían la casa del señor Gumersindo y la señora Camila, otros la casa de la avenida 14, después la casa de Las Gutiérrez para referirse a mi mamá y mis tías, y finalmente la casa de mami.

Como decía la casa fue creciendo como la familia, eran seis hermanos que se casaron y tuvieron sus hijos, y llegaban los nietos y estos nietos a su vez tuvieron hijos y llegaron los bisnietos a la casa de mami.

Mami, es decir mi abuela materna, la mamá de mi mamá siempre fue una mujer sencilla, pero elegante, y así la describía la gente, de hecho, le decían Doña Camila, por la actitud altiva que siempre tenía mi abuela, de lo cual no tenía nada de eso, porque más bien era muy tímida y reservada, quizás por eso actúa de esa manera, para mantener o marcar una distancia con las personas. Pero mi abuela se distinguía, porque siempre se veía muy bien, y sobresalía entra tantas otras señoras, en reuniones, en el supermercado o al ir a un restaurant.

Mi abuela era de origen humilde, su madre trabajo para grandes casas en Maracaibo, como asistente de limpieza o algo así, porque mi bisabuela nunca lo explico bien, lo cual le permitió compartir con gente adinerada y llevar a sus niñas mi abuela y su hermana, a esas casas, y ellas aprendieron buenos modales y asuntos protocolares. Mi tía Carmen, hermana de mi abuela, no los asimilo mucho, pero mi abuela sí, y le dio importancia en su vida, y en las nuestras, en su casa todo tenía un orden, un horario, un comportamiento, casi que mi abuela y el Manuel de Carreño eran lo mismo. Pero que no se veían como normas, sino como un estilo de vida.


En las noches, cuando pasaba los fines de semana con ella, siempre la veía ir al baño y a veces me permitía que la acompañará, y entonces veía su ritual de belleza, lavarse la cara y aplicarse una crema, y esa crema se llamaba “Segundo Debut” pasarse una toalla húmeda por todo su cuerpo y aplicarse crema y peinar su cabello.



Una vez me dijo, quiero que aprendas algo y cuando seas adulta nunca lo olvides hay tres cosas que una mujer siempre debe hacer siempre:

a)       Cuidar su piel, pues es lo que contacta con las otras personas y especialmente con tus seres queridos, tu esposo, tus hijos y nietos, debe tener la piel siempre sana y suave. Por eso, ella la cuidaba, hidratando todas las noches.

b)      Cuidar el cabello, es lo primero que miran en ti, aunque digan otras cosas, pues el cabello es el marco de tu rostro, seas bonita o no tan agraciada, si tienes un buen cabello y un buen corte y además estas peinadas, siempre te verás bien. Y sobre todo te sentirás bien.

c)       Cuida tus zapatos, los pies son importantes, porque es a donde vas a todos lados, te tan seguridad, tus zapatos deben ser cómodos y al menos ten dos buenos pares de zapatos, no muchos, pero si lo que te hagan sentir bien.

Mi abuela siempre se veía bien, cumplía a cabalidad su ritual de cuidado de la piel, y su piel era un terciopelo y recuerdo que mi abuelito la acariciaba mucho, y yo le preguntaba porque lo hacía y mi abuelito me decía es que la piel de tu abuela es tan suave. El día que murió el personal de la funeraria pregunto su edad, y la volvieron a mirar, y nos dijeron, esa señora fue muy bella, se ve tan bien, una piel lozana.

Luego, ella siempre tenía el cabello oscuro, se lo teñía constantemente, y además nos decía el cabello debe ser mas corto en la medida que más edad tienes, el cabello corto da juventud, solo una mujer usa cabello largo si luce elegante con moños, es decir con el cabello recogido, si no, corto y fresco.

Además, con los zapatos, ella tenía una colección, y todos eran de tacón alto y medio, porque ella también decía que una mujer elegante jamás andaba con zapatos bajitos o sandalias, las sandalias solo eran para la playa. Recuerdo que una vez me acompaño al pediatra con mi hijo, y alguien dijo que mona la abuela, y ella le dijo: soy la bisabuela, y a continuación un joven le dijo, una bisabuela con tacones, que edad tiene usted, y ella le dijo 69. 

Entonces, cuando les cuento esto lo hago, para que se den cuenta que uno es lo que se vive en el seno de tu familia, y yo crecí con una mujer que le daba valor a su imagen como mujer, a sus modales y su sensualidad.

Mi abuela siempre estaba en su Segundo Debut… que le pregunté porque usas esa crema, y ella respondió: porque es la crema que usa la mujer mas bella del mundo, Miss World Susana Djuim, si ella lo usa, pues yo también.

Entonces yo viví y crecí con la mujer más bella del mundo: Mi abuela.

Mary Ángel Bohorquez

@ahoramaryangel

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