sábado, 30 de noviembre de 2019

La llegada de mi hija

Familia Unida en aeropuerto de Lisboa

Después de meses en Portugal, este país que nos recibió como familia para emprender una vida nueva, se acercaba el momento de recibir a mi hija, un momento tenso, ella venia con su novio y un equipaje especial.
Mi hija Claudia Camila y su novio Luis

Mi hija decidió quedarse en Venezuela porque ella tenia que venir a Lisboa con sus tres gatas, eso implicaba un papeleo o documentación rigurosa, tanto de salida de Venezuela como de entrada a Europa. Además, yo solo le había entregado el titulo de Licenciada, con la venia del Rector de la Universidad, que ya se los había contado, pero la deje a ella para que hiciera todos sus registros y apostillaje.

En fin, el asunto es que ya llegaba el día, la llegada de mi hija sería el 10 de noviembre, salía de Venezuela el sábado 9 y llegará aquí a Lisboa, ella, su novio Luis y las tres gatitas Doña Estela, Mocca y Cocco. Pero también comenzaba la odisea.
Mi hijita linda

Tan fácil que es viajar y para los venezolanos se ha convertido en una travesía, en un gran desafío a ver quien lo logra con menos trabas. Pero bueno, el asunto es que el pasaje internacional estaba comprado tanto de mi hija como de las gatas, el problema se presento para el vuelo nacional desde Maracaibo hacia Caracas, solo puede ir un animalito por persona, entonces teníamos que conseguir a alguien que quisiera viajar con una de las gatas, gracias a Dios, los amigos de mis hijos son unas maravillosas personas, o mejor dicho los jóvenes de hoy en día, son personas especiales, muy solidarias, sobre todo con los animales. Una amiga de mi hijo, acepto viajar con la gata, pero eso no fue todo, luego llegado el día, mi hija salía el jueves con Doña Estela y al otro día su novio Luis y la amiga con las otras dos, el viaje de mi hija se retrasó, porque el avión no podía despegar por averías, tuvieron que pedir apoyo a otra aerolínea, siendo que esa otra aerolínea no permite traslado de mascotas, entonces el vuelo se retraso por esperar la autorización del viaje de la mascota.
Felices

Mientras eso sucedía en Venezuela, aquí en Lisboa estábamos esperando con todos los documentos enviados a la dirección de aeropuertos de entrada de mascotas, todo iba bien, que hasta le dijeron a mi esposo, que ya no fuera más, que se quedara tranquilo y esperara el gran día. El sábado llego, todo fue bien en Maiquetía, no había problema, las autoridades se quedaron encantados con las gatitas y afortunadamente las gatitas se portaron bien, tal como lo había dicho el veterinario.

Llego el domingo, nos fuimos a las 7 de la mañana al aeropuerto, mi hija nos avisó que habían aterrizado y que bajaba de ultima por andar con las gatas, a mi esposo lo llamaron que entrara para firmar la admisión de las gatas y su responsabilidad sobre los animales en Portugal y todo eso se llevó dos horas, fue dos horas después que nos vimos.
Yo emocionada con flores en mano, esperando.

             Un gran abrazo nos unió de nuevo después de 9 meses separadas, y como familia completa un año y medio… no es fácil, sobre todo dejar tanta gente hermosa atrás, mi mama, mis hermanas, mis amigos y una vida entera, pero la decisión estaba tomada y se ejecutó. Ahora la otra mitad de mi vida será en Europa, mi final de madurez y mi inicio y plenitud de la vejez, con nietos europeos, digo yo, no sé, hablando en otro idioma y asumiendo costumbres de una cultura de la cual, solo se hablaba en las fiestas navideñas, en la casa de mi suegra en Venezuela.

Sigo aquí con la llegada de mi hija, haciendo un paréntesis en mi blog, para disfrutar de su presencia, de las gatas, de las anécdotas, de deshacer maletas y de comer mucho y reír aún más. Abrazamos esta vida nueva que decretamos llena de dicha y prosperidad.

Mary Angel Bohorquez
@ahoramaryangel



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