Despidiéndome de Venezuela en la Guaira |
Con esta frase termine mi artículo dedicada a mi
salida de Venezuela, y al leerlo otra vez, se me salieron las lágrimas y se me
acelero el corazón, tenía dos horas que acababa de hablar con mi tía Alida que
estaba en Miami sobre como esta Venezuela ahorita. Rápidamente también vino a
mi mente las protestas en distintos puntos del planeta, Ecuador, Barcelona y su
independencia de España, ahora Chile, las elecciones en Bolivia y en Argentina,
en fin, el mundo revuelto. Todo me daba vueltas en la cabeza y me llevo al
momento que asistí a la oficina de salud ocupacional en la Universidad después
de haber entregado la renuncia y me correspondía el examen médico de egreso y
la Doctora me dijo: “Otra más que se va” hacia dónde vas tu? No podrías pensar
mejor, dejarlo todo para ir en busca de algo que no sabes, en un país que no
conoces. Dejar tu familia, tu mama, tu casa, tu trabajo, tus compañeros, tus
amigos, en fin, toda una vida. ¿Vale la pena?
Yo solo la observaba y ordenaba cada respuesta en
mi cabeza para responderle. Voy a Portugal, un país que no conocía, pero sabia de
él, porque mi esposo es luso descendiente, mi suegra siempre hablaba de su
tierra, su linda isla de Madeira, por tanto, conocía sus costumbres, su idioma,
aunque no lo hablo, pero si lo entiendo, porque ella siempre fala portugués, su
historia, desde su Estado Novo, hasta hoy, mas no mucho sobre antes de la República, lo que se es que es Europa, y siempre desde niña había soñada en
vivir en Europa, especialmente en Francia o Italia. Al estar en Europa, estar
muy cerca para viajar a ciudades que siempre me llamaron la atención, Ibiza, Praga,
Budapest, Estambul… pero ella hacia énfasis en lo que dejaba.
Dejas a tu familia, lo repetía, y yo veía las
caras de todos como un álbum fotográfico, ahora en distintos rincones del
mundo, ciudad de Panamá, Miami, Buenos Aires, Santiago de Chile, Tenerife,
Islas Canarias, en fin, ya se han ido, ya no dejaba a mi familia, solo a mi
mamá, si dejaba el trabajo y algunos de mis compañeros, porque otros ya se habían
ido, mis cosas, mi apartamento y carros, pues los carros se vendieron y el
apartamento, lo deje, como un bien de valor para mi o para mi mamá.
La doctora me empezó a explicar que todo lo que sucedía
en Venezuela, era parte de un proceso de evolución hacia algo mas grande y
nuevo, solo que algunos no teníamos la capacidad de resistir o aguantar el
tiempo que eso amerita, ella seguía diciendo, es como cuando tu decides
remodelar tu casa y empiezas por la cocina y los baños, aparecen los primeros
graves problemas, tubería vieja, oxidada, mal canalizada, entonces, te das
cuenta que no es solo una remodelación estética, sino estructural y que debes
invertir mas tiempo y dinero, al suceder esto parte de la familia se siente
incomoda, porque todo esta recogido, debes improvisar un baño, que
probablemente sea el del área social, comprar comida rápida, y utilizar solo
una cocinita eléctrica de una hornilla para algunas cosas y guardar todo en la
nevera.
Unos se van, no aguantan y desde lejos, la casa de
la abuela, o de unos primos que lo recibieron, te van llamando a ver como va
todo, ni siquiera preguntan si hace falta algo, y mucho menos pasan a ver como
esta quedando. Otros vienen y solo saben quejarse, de los gastos, de los
problemas que van apareciendo, de para que se les ocurrió hacer la remodelación,
que mejor estaba como estábamos antes, y solo saben pelear con los albañiles,
que están haciendo eso sin planos, dejándose guiar por el arquitecto, si es que
existe o por la señora de la casa, y están los que se quedan, se someten a la demolición,
remodelación, cambios de ultima hora y reconstrucción, quienes toman las decisiones
finales, buscan los recursos y comen lo que se pueda, pasan malas noches, se
enferman, y se aguantan los errores de los trabajadores. Estos son los que están
creando y por tanto están haciendo lo mejor posible, dentro de casa y fuera de
ella. Los que creen en la nueva imagen, los que apostaron a un porvenir, en la
misma tierra, con otras formas nuevas.
¿Porque no eres tú una de esas? Me pregunto, y yo
me imaginaba a Venezuela en su descripción, en esa semejanza con la
remodelación de una casa, y pensé en la frase que decía mi papá: “Es mejor tumbar
la casa vieja y construir todo nuevo, que ponerse a remodelar, porque lleva mas
tiempo y material, y no queda igual” solo seguí muda, no le podía contestar.
Para cerrar, entonces me dijo, no serás tu de los que nacieron aquí por casualidad,
pero no pertenecen, por eso te vas para nunca más regresar.
Con esas
palabras finales, me levante le di la mano y voltee, mi corazón estaba arrugado,
porque realmente yo no sabía a cuál categoría pertenecía, solo se que mi país
esta en ruinas, y ni siquiera hay alguien que lo quiera remodelar, lo único que
me quedaba era sentir… que mi mejor manera de contribuir era salir y desde
afuera, demostrar que yo soy Venezuela.
Mary Angel Bohorquez
@ahoramaryangel
www.ahoramaryangel.com.ve
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