El mundo de hoy está cada día más identificado
con la riqueza que viene del bienestar, es decir que hoy en día ser rico no
está asociado a la acumulación de riqueza y dinero, sino a la generación de
bienestar entre las partes involucradas y cuando me refiero a las partes, es a
vendedores y consumidores o clientes, a dueños y clientes, proyectos y
usuarios, o a tecnologías y usuarios.
El famoso bestsellers del escritor Robert
Kiyosaki titulado: “Padre Rico, Padre Pobre” le ha dado la vuelta al mundo y ha
generado intensos comentarios sobre cómo educarnos sobre aspectos financieros
para mejorar nuestra calidad de vida y con ello nuestras comunidades. Ahora
bien, lo que Kiyosaki no imaginó fue el impacto sobre la generación Y y Z. Una
de las frases que encontramos en la publicación hace referencia a su propio
padre, que era un padre pobre, y no por sus bajos ingresos sino por sus
pensamientos y acciones hacia el dinero.
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Mi hija y mis estudiantes |
Pues justamente estás nuevas generaciones han
redefinido su vinculación con el dinero, pues los jóvenes hoy en día no
trabajan por dinero, de hecho, no ven el circulante, pues crecieron y se
desarrollaron con dinero electrónico y solo realizan operaciones mediante
sistemas de pago, pero lo mejor no es esto, no se preocupan por la cantidad de
dinero que poseen ellos o sus padres, sino por el bienestar que este genera.
Nuestros jóvenes no buscan ser millonarios, ni
persiguen ser exitosos con reconocimiento, lo que sí hicieron sus padres, solo
buscan que sus actividades generadoras de ingresos les permitan desarrollar
actividades generadoras de felicidad y bienestar, es por ello que aparece en
los escenarios de hoy las economías verde, azul y naranja.
Hablando de la economía naranja, está basada en
negocios altamente rentables y competitivos que se desarrollan sobre el arte y
la creatividad, como plataformas comunicacionales de entretenimientos, video
juegos o el circo. Los niveles de consumo son muy altos, con el agregado del
consumo colaborativo.
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Mis hijos y sobrinos |
Hoy en día, la población con mayor nivel de
consumo no está preocupada por hacerse rica, pero si se preocupa por ser feliz,
divertirse, ser alegre, compartir y pasarla bien, sin sacrificar años de su
vida a la producción y a la acumulación de riqueza y dinero, solo buscan ser
embajadores de buena Fé, vivir sin agitar, transformando al mundo desde sus
nuevos conceptos y nuevas ideas, considerando a las minorías significativas,
siendo incluyentes, pero a la vez selectivos, son una generación de hijos
ricos, hijos pobres con mente millonarias en ideas, conceptos, estructuras,
interrelaciones, redes y estilos. Que producen altas cantidades de dinero y
rentabilidad porque son modelos de negocios muy competitivos.
No son precisamente ejemplos de educación
financiera, pero si son modelos de un mundo mejor orientado a la igualdad de
oportunidades para todos, pensando en cada uno, sin ser de todos. Con modelos
de negocios basados en la innovación, en la glocalidad y en el bienestar mutuo.
Mary Ángel Bohorquez
@ahoramaryangel
You tube: AhoraconMaryAngel
www.ahoramaryangel.blogspot.com
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