Esta frase se la escuche al cantante Residente, quizás muchas personas de mi edad no lo conozcan, pero es el líder del grupo “Calle 13” y en Venezuela se escuchaba mucho.
Cuando el lo dijo lloró y fue diciendo por qué sentía
esa sensación, que sus emociones transformaban en sentimiento. Todo era el
resultado de la soledad y el abandono, sentía que lo habían abandonado, y por
ello se sentía muy solo. Que mientras la gente cree que la fama y el dinero lo
dan todo, lo que no saben es que lo que si dan es pocos amigos, poco amor de
los demás y amor propio y que las personas que viven esas situaciones terminan
solas y muy tristes.
Hoy creo que las personas solo viven su tristeza, su
abandono, su soledad, o sus rabias y resentimientos, porque los provocaron. Si,
exactamente así, mientras yo lo escuchaba y lo veía llorar, pensé, pero su
actitud lo llevo a eso, su crítica severa y frontal, su ideología, su forma de
actuar. Sin embargo, hay otros que todo ello, lo transforman en un Líder,
porque necesitan conocer la tristeza para ir a por la alegría y la felicidad,
necesitan que los abandonen, para conocer personas nuevas, lugares nuevos, y
tareas nuevas, sino nunca lo habrían hecho, seguirían en su zona de confort –
mismo. Otros necesitan estar solos para producir, para crear, como pintores,
escultores, escritores y músicos.
Entonces la relatividad se hace presente, lo que es
pequeño para mí, tú lo ves grande, y lo que yo siento grandioso, probablemente
para ti es insignificante. Porque cada cabeza es un mundo, y cada mundo es
nuestro mundo, el que creamos o nos crearon, en el que creemos y donde
crecemos. Pero la soledad es parte de este mundo, y hay muchas personas solas,
o sintiéndose solas, y eso las enferma.
Pero sabes cuantos, han cambiado su mundo, y con ello,
nuestro mundo, aquellos que han hecho de sus tristezas, sus revelaciones y han
revolucionado. La canción René “Residente” es una confesión, un acto de
liberación y purificación. Una manifestación de muchos, y de demostrarnos, que la
tristeza es de este mundo, que hay muchos ancianos, adultos, jóvenes y niños,
viviendo sus circunstancias, que para ellos son grandes situaciones, y que el
resto de la humanidad las ve pequeñas e insignificante. Sus contenidos son el
sentir de muchos latinoamericanos, por tanto, es la voz de muchos, y con su
canto, se eleva un clamor.
Cuando
pienso eso, pienso en cuantas personas he ayudado, a cuantos he acompañado, no
los he abandonado o dejado solos, a cuantos les pregunte si me necesitaban o
querían de mi mano amiga, en mi familia, en mis trabajos, en la calle.
La
tristeza si es de este mundo, y te pregunto: ¿qué haces tú por este mundo?
Mary Anel Bohórquez
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