En mi graduación |
Estaba yo de visita en casa
de mi mamá cuando de repente, bajo las escaleras mi hermana se sentó silenciosa
cerca de mi mamá y por un rato escucho nuestra conversación y en eso
interrumpió para contarme. Mi hermana Maira nunca me ha contado sus cosas, ni
sus problemas, ni sus momentos felices, de hecho los comparte más con sus
amigas, y justamente de eso siempre hablamos mi mamá y yo que mis hermanas
Marcia, y Maira solo se acercan cuando las cosas están muy graves y medio
cuentan. Mi mamá siempre comparte excelentes conversaciones conmigo y con mis
primas y muy poco con mis hermanas.
Divertidas en Navidad |
Pero esta vez, decidió
hablar y me contó que tuvo una discusión con su esposo, se encogió de hombros, tenía
los ojos brillosos y terminó diciendo: “Yo me quiero mucho para aceptar que alguien
este a mi lado por comodidad y no por amor, si es así mejor que se vaya” …
quedo en silencio y luego dijo, no me habla, todo le molesta, se queja de la
vida y las circunstancias, en fin! Y había un fin, es que el esposo aparentemente
se está entusiasmando con otra mujer.
Se levantó y le dijo a mi
mamá que no iba a almorzar, que se sirviera ella la comida y volvió a subir las
escaleras para irse a su habitación. En todos los años que he compartido con mi
hermana, jamás le vi ese aire de tristeza tan profundo, al fin la ví llorar y
sentir que era una mujer enamorada, ella siempre ha sido muy alegre, mi cómplice
de bochinches y guachafas, más bien peleona y obsesionada con el orden y la
limpieza, siempre la ví en actitudes impulsivas y hasta presumida, jamás me
imagine verla derrotada.
En comparsa en un carnaval |
El engaño y la soledad la
visitaron por unos cuantos días, porque después se reconciliaron, pero a esa
mujer soberbia, más bien una rompecorazones le había llegado su hora. Ni
siquiera en la muerte de nuestros seres queridos la vi así, por supuesto que
llora, de hecho es una llorona, porque con cualquier película queda conmovida y
destrozada, pero con historias ajenas que le tocan el alma. Pero al fin era su
propia historia, su llanto era interno, su alma está enferma, su piel sensible
y su corazón arrugado como una pasa.
Así estaba mi hermana Maira,
la prima alborotada como le dicen, pero como siempre expresa mi mamá los años
no pasan en vano y pesan donde menos tú crees, algunos en la piel, para otros
en el cerebro y muchos en el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario