No se hace un país diferente con gente indiferente! Este mensaje me recibió
en el banco de la iglesia, en la hoja parroquial que siempre viene cargada de reflexiones que te conectan con tu propio
Ser.
En realidad es así, yo crecí con una
frase que albergue en mí Ser: “Dale a cualquiera con el látigo de la
indiferencia”, es más fuerte, mas duro, más profundo que devolver palabras o
violencia. Ser indiferente ante algo o ante alguien lo aniquila o lo mata, lo
lanza al pozo del olvido y tiende a desaparecer. Por tanto, todo aquello que desaparece en el
tiempo, es porque la humanidad le dio la espalda y lo trato con indiferencia.
La indiferencia no hace ruido, pero corroe los fundamentos del bien y
fomenta la corrupción económica y la podredumbre moral, así decía la hoja y así
es… en muchos casos los países donde su pueblo ha caído en la indiferencia le cuesta
mucho llegar a la efervescencia. Un país, o grupo o comunidades donde sus
integrantes les da igual, lo que se hace o se deja de hacer, difícilmente produce
cambios, o si se intenta los cambios o reacciones son lentos o pausados, a tal
punto que quienes no ven esas mejoras abandonan o huyen involucrándose en otros
grupos, otras comunidades o migrando a otros países.
Aun en Venezuela estamos a tiempo de generar cambios y crear nuevos
espacios de acción, porque aquí o hay palabras de replica o violencia por reacción,
es decir aun duele este país y estamos preocupados, estamos en posibilidades de
efervescencia, pero tal efecto es explosivo y luego se asienta y es allí donde
debe estar una nueva propuesta, donde los ciudadanos se sientan en empatía para
crear una sinergia que recursivamente nos conduzca hacia el bienestar.
Afortunadamente aun la indiferencia no se ha apoderado de todo, o de todos
y algunos estamos actuando en pro de construir espacios socioproductivos desde
distintos campos de acción, tanto en la política, la economía, la cultura, y el
conocimiento dando paso a paso algunos resultados que la gente esta
registrando, es decir que después de la efervescencia vendrá la calma basada en
una nueva sociedad.
No será el silencio como respuesta, ni el rechazo, ni la indiferencia, lo
que se percibirá es una sociedad que esta aprendiendo a ser incluyente,
aceptando las minorías significativas, las nuevas propuestas de Valor que nos condicionan
hacia nuevos valores, educando en conocimiento pero también en Amor, con un
respeto por el ecosistema donde todos los seres vivos tanto el mundo vegetal
como animal como los seres humanos vivimos en armonía, donde hay una tolerancia
sobre las ideologías religiosas y políticas y donde el arte es cada día una
manifestación universal.
Simplemente pasaremos de la indiferencia a la efervescencia que es el
momento de la transición y de allí a la Nueva formas de Vivir!
Excelente disertacion que invita a participar con acciones que emergen de lá reaccion y no de lá efervescência ante los hechos y estoy de acuerdo que país diferente no podemos lograrlo con gente indiferente.
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