Mi hermana Maira y yo |
En realidad, aún no soy abuela, pero si tengo mis nietas, son tres gatitas
lindas que tiene mi hija, y que pasan bastante tiempo conmigo en casa. Pero
digo que somos abuelas, porque mi hermana Maira y yo, siempre hemos querido ser
abuelas y nuestros hijos nos convirtieron en abuelas ecológicas. Mientras que
nuestra hermana menor Marcia, si ya es abuela de dos nietos, una linda niña de
su hija mayor y un guapísimo niño de su segunda hija.
Doña Estela Margarita Parker |
Pero bueno, cuando les cuento que somos abuelas, es porque cuando éramos
niñas, mis hermanas y yo nos gustaban los animales, especialmente Marcia y yo,
y queríamos alguno, podían ser unos pollitos, o algún perrito, pero mi mamá muy
tajantemente nos decía: ”Uds. son mis hijas y viven conmigo en mi casa,
mientras vivan conmigo, aquí no entran animales, porque no me gustan y no los
quiero en mi casa”.
Mocca Penelope |
Entonces, nuestras mascotas eran imaginarias, quizás a muchos les parecería
cruel de parte de mi mamá, pero a nosotros no, nos parecía y aún nos parece,
que es demasiado transparente y responsable de su parte decirnos eso, porque a
ella lo que no le gustaba en realidad, era la limpieza o cuidado de los
animales, y que no pudiera viajar porque no lo iba a dejarlos solos. Aun hoy
nos dice, no me gustan en mi casa, pero tampoco me gustan que aquellos que
tienen animales los maltraten, no estoy de acuerdo.
Maira, mi mamá y yo en Navidad |
Mi hermana Maira y yo somos abuelas de perros y gatas, porque en su caso,
su hijo David, decidió rescatar una perrita de la calle, un carro la atropello siendo
una cachorrita y a él le dio lastima, y la recogió y se la trajo a la casa, mi
hermana estaba muy asustada ese día y nerviosa con el llanto de la perrita,
pero nosotros tenemos un primo veterinario, lo llamamos, el fue explicando como
atenderla, y la “Chiqui” se fue aliviando, trascurrieron los días y la Chiqui
se sintió mejor y mi hermana le pregunto a su hijo, hasta cuando la perrita iba
a estar en la casa, que por cierto, es la casa de mi mamá, porque mi hermana
ahora vive con ella, después de su divorcio. Mi sobrino le dijo, unos días más
mami, mientras vuelve a caminar normal… pasaron los días, los meses, y los
años… y la “Chiqui” que ya no están chiquita se quedó como mascota de la casa
de mi mamá y mi hermana que le tenía pánico a los animales, sobre todo a los
perros, ahora es quien la cuida y le da de comer, porque mi sobrino emigro de
Venezuela a España, y ya Chiqui no tiene a su papá, pero su abuela con amor la
cuida, como una nieta valiosa y hasta llora cuando la oye llorar.
La Chiqui |
En mi historia, es que mi hija siempre quiso una gatita, y para su
cumpleaños en el año 2016, una gata parió en el estacionamiento de nuestro
edificio, y tenia dos gatitas consigo, una manchadita y una blanquita, mi
esposo me dijo, Claudia siempre que bajamos al estacionamiento esta con las
gatitas, ya que viene su cumple, porque no le regalamos una, y yo acepte, pero
mi esposo preparo una caja con las dos gatitas, para que ella escogiera una… no
escogió una, se quedo con las dos y además subió al apartamento a la mamá, y ahora
son tres gatitas: la mamá Doña Estela Margarita Parker, su hija Mocca Penélope
y su otra hija, la catirita, Coco Mary. Así me convertí en abuela.
Coco Mary |
Cuando emigramos a Europa, lo hicimos por partes como familia y en el
último vuelo, venían las tres gatas, en su asiento en el avión rumbo a
Portugal, con su legalización y esperándoles las autoridades sanitarias, que
conocían la historia de las tres gatitas venezolanas que llegaban a Lisboa. Venían
con su mamá y su papá. Y aquí estábamos su tío, y sus abuelos con los brazos
abiertos, porque ellas son de nuestra familia, las queremos y nos llenan de
alegría y felicidad, sobre todo en esta época de cuarentena, han sido la
distracción más atractiva del hogar.
Claudia, Maira y David |
Y colorín colorao, este cuento de las abuelas ha acabado!.
Mary Angel Bohorquez
@ahoramaryangel
Fanpage Ahora con Mary Angel